Revista Científica UDO Agrícola Volumen 9.
Número 4. Año 2009. Páginas: 912-924
Variabilidad
espacial de las propiedades físicas de dos suelos cultivados con palma aceitera
en el estado Monagas, Venezuela
Spatial variability
of physical properties of two soils cultivated with oil palm in Monagas state,
Venezuela
Renny BARRIOS MAESTRE 1 y
Adriana FLORENTINO DE ANDREU 2
1Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INIA). San Agustín de
Autor para correspondencia
Recibido:
04/08/2009 |
Fin de
primer arbitraje: 03/09/2009 |
Primera
revisión recibida: 21/11/2009 |
Aceptado: 13/12/2009 |
RESUMEN
La variabilidad espacial de las propiedades
físicas del suelo dentro de los campos agrícolas es consecuencia de los
procesos de formación de suelo o puede ser inducida por prácticas de manejo del
cultivo. Dada la necesidad de entender su comportamiento e interrelaciones
y el impacto del manejo agronómico, el presente trabajo tuvo como objetivo
evaluar la variabilidad de las propiedades físicas de dos suelos irrigados
representativos de las plantaciones comerciales de palma aceitera del estado
Monagas, a fin de cuantificar la distribución espacial del impacto que tiene el
manejo agronómico del cultivo sobre el suelo. Para el
muestreo se trazaron cinco transectas y se
seleccionaron 102 puntos en el Ultisol y 92 puntos en
el Vertisol. En los estratos 0-25, 25-50, 50-75 y 75-
Palabras clave: Elaeis guineensis, semivariograma, kriging, geoestadística, manejo
por sitio específico.
ABSTRACT
The spatial variability of soil physical properties within the
agricultural fields is a result of soil formation process or may be induced by
crop management practices. Given the need to understand their behavior and interactions and the impact of agricultural
practices, this study aimed to
evaluate the variability of the physical properties of irrigated soils
representing two commercial plantations of oil palm (Elaeis guineensis Jacq.) in
Monagas. For the sampling five transects were drawn
and 102 points were selected in the Ultisol and 92
points were selected in the Vertisol. In strata 0-25,
25-50, 50-75 and 75-
Key words: Elaeis guineensis, Semivariograms, kriging, geostatistical, site-specific management.
INTRODUCCIÓN
La utilización de los sistemas de
información geográfica (SIG) en diversos campos del quehacer humano, se ha
incrementado en los últimos años demostrando ser una herramienta muy útil en la
toma de decisiones. En la agricultura tiene gran aplicabilidad en el área de
contaminación de suelos, fertilidad y manejo de suelos, entre otras. Uno de los
aspectos de mayor utilidad es el estudio de la variabilidad espacial de suelos
y la predicción de valores en puntos no muestreados a través del uso de las
interpolaciones (Henríquez et al., 2005).
La variabilidad espacial de las propiedades físicas del suelo dentro de
los campos agrícolas es inherente a la naturaleza geológica de la formación de
suelo, pero en algunos casos la variabilidad puede ser inducida por la labranza
y otras prácticas de manejo. Estos factores interactúan unos con otros a través
de escalas espaciales y temporales, y se modificarán una vez más a nivel local
por los procesos de erosión y deposición (Iqbal et al., 2005)
Los aspectos más estudiados han
sido las variaciones intrínsecas del suelo causadas por el material parental,
como es el caso de cambios litológicos a través de un área determinada. La otra
fuente de variación es la provocada por cambios que ocurren en el tiempo y que
son provocados en gran medida por el manejo debido al tipo de uso del suelo (Bertsch et al., 2002).
Lo anterior ha permitido la
implementación del concepto de manejo por sitio específico, apoyado en el uso
de mapas cloropléticos, los cuales modelan dicha
variación en forma de un conjunto de cuerpos geográficos discretos que se
separan entre sí por discontinuidades o límites (Jenkins et al., 2000;
Obando et al., 2006; Jaramillo, 2006; Ramírez-López et al.,
2008).
La agricultura de precisión o de manejo de sitio-específico tiene por
objeto la gestión de la variabilidad espacial del suelo mediante la aplicación
de insumos de acuerdo con el sitio, los requisitos específicos de un
determinado suelo y cultivo. Tales prácticas de manejo requieren la
cuantificación de la variabilidad espacial del suelo en todo el campo (Mzuku et. al., 2005).
El tratamiento estadístico puro del
problema de heterogeneidad ignora la existencia de correlación espacial,
mientras que un análisis geoestadístico de la
heterogeneidad calcula correlaciones entre las observaciones hechas en
diferentes sitios vecinos. La correlación observada puede ser usada en
aplicaciones prácticas tales como estimación de valores de las propiedades
seleccionadas en localizaciones no muestreadas por medio de ‘kriging’ (Webster y Burgess, 1980) o técnicas de ‘co-kriging’
(Vauclin et
al., 1983) o pueden ser usadas en el diseño de redes de muestreo (Mallants et al.,
1996).
Se han realizado varios trabajos sobre la
predicción espacial de propiedades del suelo a través del uso de un método geoestadístico conocido con el nombre de ‘kriging’, el cual considera la correlación entre muestras
tomadas en sitios adyacentes para estimar el valor interpolado entre ellas con
la mínima varianza, lo que ha generado su reconocimiento como el mejor
estimador lineal insesgado.
La aplicación de este método requiere de
tres asunciones básicas que conciernen a las propiedades estadísticas de los
datos (Matheron, 1970):
1. Los datos deben estar distribuidos
normalmente o ser transformables a una distribución normal.
2. Los datos deben poseer estacionaridad de segundo orden, lo cual puede ser
expresado como:
E[Z(x)-Z(x+h)]=0
[Z(x)-Z(x+h)]2}=2g(h)
Donde:
E(z): es el valor esperado de z
z(x): es una función aleatoria para la
propiedad del suelo Z
h: es la distancia de separación entre dos
lugares cualquiera x y x+h y
g: es la semivarianza.
3. Las variables deben ser aditivas, es
decir, todas las combinaciones lineales de los valores de z deben conservar el
mismo sentido.
Journel y Huijbregts
(1978) indican que hay dos tipos de estacionaridad de
los datos: la estacionaridad de segundo orden y la
hipótesis intrínseca. La estacionaridad de segundo
orden contempla lo siguiente:
1.
E[Z(x)]=m para cualquier x,
lo cual implica que el valor esperado para una función aleatoria en el espacio
existe y no depende de la localización x.
2.
E{[Z(x+h) - m] [Z(x) - m] = s(h) para cualquier x y h, lo que implica que
para cada par de variables [Z(x+h) , Z(x)] la
covarianza existe y depende solamente del vector de separación h.
Para el caso de la hipótesis intrínseca,
los datos utilizados para el cálculo de la semivarianza
requieren:
1.
E[Z(x)] = m para cualquier x,
lo cual implica que el valor esperado para una función aleatoria en el espacio
existe y no depende de la localización x.
2.
g(h) = 1/2{[Z(x+h)
- Z(x)]2} para cualquier h y x,
lo cual define el valor de semivarianza e implica que
las varianzas de las diferencias depende solamente de la separación del vector h.
En función de estas acotaciones, la función de semivarianza
puede ser expresada por medio de la siguiente ecuación (Goovaerts,
1997):
g(h) = ½N
S{[Z(x+h) - Z(x)]2}
Donde:
g(h): es la semivarianza
N: es el
número de pares
Z(x): es el valor de la propiedad en el lugar x
Z(x+h): es el valor de la propiedad a una
distancia h del lugar x.
El gráfico que relaciona la semivarianza con la distancia de muestreo se conoce como semivariograma. Generalmente la semivarianza
aumenta con los incrementos de la distancia hasta alcanzar un valor estable
denominado meseta o ‘sill’,
la distancia a la cual se alcanza el umbral se denomina amplitud, alcance o
rango y constituye la distancia hasta donde existe dependencia espacial entre
las observaciones. Teóricamente, la semivarianza
debería ser cero cuando la distancia es cero, esto realmente ocurre muy raras
veces, manifestándose el efecto aleatorio de la varianza o efecto ‘pepita’, que es consecuencia de un tipo
de variación imposible de detectar a la escala de muestreo o que puede
evidenciar imprecisiones en los métodos utilizados para las evaluaciones.
En la determinación de los parámetros y
componentes del semivariograma, el comportamiento de
la semivarianza tiende a ser ajustado a modelos
teóricos en forma visual (Journel y Huijbregts, 1978) o a través del procedimiento de los
mínimos cuadrados, el cual se considera de alta precisión (Burrough,
1993). Los modelos más comúnmente usados en el ajuste de los semivariogramas son el lineal, esférico, exponencial,
logarítmico y gaussiano (Webster y Oliver, 1990). La
precisión de una estimación de ‘kriging’ está
afectada por el semivariograma y por el número de
observaciones utilizado. El semivariograma define la
estructura de autocorrelación espacial de la variable
y se usa para minimizar la desviación estándar de la estimación, mientras que
el número de datos determina la precisión del variograma,
ya que ésta decrece en la medida en que el conjunto de datos es menor.
El error estándar obtenido por ‘kriging’ es mucho menor que el calculado por medio de la
estadística clásica; sin embargo, la varianza depende solamente del variograma y de la configuración de los puntos de muestreo
en relación al punto o bloque a ser estimado, pero no depende de los valores
observados. Por lo tanto, es necesario que el semivariograma
teórico presente buen ajuste de manera que refleje la variabilidad real
presente en la zona (Bregt et al., 1991). Dada la importancia del manejo de las propiedades del
suelo en la producción agrícola, así como la necesidad de entender el
comportamiento, la relación de estas y el impacto del hombre sobre el agroecosistema, el trabajo tuvo como objetivo evaluar la variabilidad de las
propiedades físicas de dos suelos irrigados representativos de las plantaciones
comerciales de palma aceitera del estado Monagas, a fin de cuantificar la
distribución espacial del impacto que tiene el manejo agronómico del cultivo
sobre el suelo.
MATERIALES
Y MÉTODOS
Ubicación
La evaluación se condujo en las
plantaciones comerciales de palma aceitera de la empresa Palmas de Monagas C.A.
(PALMONAGAS, C.A.), ubicadas en el Asentamiento Campesino “El Zamuro”,
municipio autónomo Maturín del Edo. Monagas, ubicada en las coordenadas 9° 53’ 08’’ LN y 63° 05’ 36’’ LO, y está
enmarcado dentro del Convenio de Cooperación Técnica firmado entre el FONAIAP
(CIAE Monagas), FONINPAL y PALMONAGAS C.A.
Clima
Está clasificado como Bosque Húmedo
Tropical. En esta zona la temperatura media anual es de 27,3o C, la
precipitación es del orden de
Suelos
Los suelos donde se llevó a cabo el
ensayo fueron seleccionados ya que son representativos de las plantaciones
comerciales del Estado Monagas, están ubicados dentro del paisaje de terrazas
aluviales del río Punceres y tienen una pendiente
inferior al 1%. Uno de los suelos se clasifica como Typic Plinthudults (Francosa
fina, mixta, isohipertérmica), con un estrato plintítico de profundidad variable (
Esquema de Muestreo
Para efectuar el muestreo se
trazaron cinco transeptos de
En cada punto de muestreo se evaluaron
las siguientes variables:
1. Conductividad
hidráulica saturada
Se
utilizó el método del pozo barrenado invertido o método de Porchet (Razuri, 1978) para
realizar pruebas de conductividad hidráulica, alrededor de cada punto de
muestreo, en cuatro profundidades diferentes: desde la superficie hasta
2. Densidad
aparente
Se
evaluó por medio de la obtención de muestras inalteradas a través del barreno
tipo Uhland, con cilindros de aproximadamente 100 cm3 de volumen,
procediéndose luego a la determinación del peso seco de la muestra mediante el
secado en estufa a una temperatura de 105o C, según metodología
descrita por Blake y Hartge (1965). Las evaluaciones
se efectuaron a las profundidades de
3. Porosidad
Las
muestras inalteradas de suelo colectadas se saturaron con agua para obtener el
espacio poroso total, y luego se procedió a la discriminación de poros con
diámetro mayor a 30 mm
(macroporosidad) a través de la aplicación de
una succión de
4. Distribución
de tamaño de partículas
La
evaluación se realizó a través del método de Bouyoucus
modificado (Day, 1965) en sólo el 50% de los puntos de muestreo, analizándose
puntos ubicados a distancias de
Tratamiento estadístico
El tratamiento estadístico aplicado a las variables
relacionadas con las propiedades hidráulicas de los suelos estudiados fue:
Análisis exploratorio
Los resultados obtenidos fueron sometidos
a un análisis exploratorio con el fin de detectar los valores atípicos que
puedan afectar la calidad del resto de los análisis estadísticos. Dicho
análisis se realizó a través del programa GeoEAS (Englund y Sparks, 1988) y se
definieron los estadísticos básicos: media, mediana, coeficiente de variación,
asimetría y curtosis.
Con el programa PROGRESSA (Silva-Acuña et al., 1995) se determinó si los datos presentaban una
distribución normal. La eliminación de datos atípicos se realizó siguiendo la
metodología descrita por Tukey (1977).
Los datos obtenidos se sometieron a una
comparación con la distribución normal por medio de
Análisis geoestadístico
Debido a que la forma exacta del
modelo del semivariograma no se conoce con
antecedencia, los modelos seleccionados y usados solo fueron una aproximación
de su función (Journel and Huijbregts,
1978). Por lo tanto, cada semivariograma para cada variable de suelo se ajustó por
ensayo y error hasta que se encontró el mejor ajuste entre los valores
estimados y los valores reales (Bailey and Gatrell, 1995).
El análisis geoestadístico se realizó a
través del programa Variowin (Pannatier,
1994). Se calculó un semivariograma para cada
variable para determinar el grado de variabilidad espacial entre observaciones
vecinas, y se ajustó la función modelo apropiada al semivariograma,
haciéndose énfasis en los semivariogramas
direccionales debido al interés en evaluar el comportamiento de los atributos
del suelo en el sentido perpendicular a los canales secundarios de riego
(sentido este-oeste).
A partir de los semivariogramas
experimentales ajustados se obtuvieron los distintos parámetros del modelo de
variación: rango, varianza aleatoria (Efecto Pepita) y varianza total (meseta).
Una vez obtenidos los parámetros del modelo de variación de los suelos, se
procedió a clasificar el grado de dependencia espacial de las variables
evaluadas según los señalamientos realizados por Cambardella
et al. (1994) quienes, a través de la
relación entre la varianza aleatoria y la varianza total expresada en
porcentaje, destacan que una proporción menor de 25% indica una fuerte
dependencia espacial; entre 25% y 75% indica una moderada dependencia espacial
y mayor a 75% es reflejo de una dependencia espacial débil.
El objetivo final del análisis geoestadístico es la estimación de los atributos del suelo
en lugares no evaluados por medio de la interpolación. El método más usado para
efectuar dicha interpolación es ‘kriging’ puntual (Trangmar et al.,
1985), para lo cual es conveniente que los datos se distribuyan normalmente y
cumplan con los supuestos de la hipótesis intrínseca (Hamlett
et al., 1986; Burrough,
1993). Cuando no se cumplen los requerimientos de la hipótesis intrínseca
requeridos por ‘kriging’ puntual, se recomienda el
uso de distintas metodologías de ‘kriging’, tales
como universal o disyuntivo (Trangmar et al., 1985), sin embargo, diversos
estudios demuestran que el ‘kriging’ ordinario es lo
suficientemente robusto como para tolerar cierto grado de no estacionaridad de los datos.
En función de lo anterior, para cada
suelo se seleccionó la variable “conductividad hidráulica saturada” (Ks) a la profundidad de
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
Análisis Exploratorio
Presencia de valores atípicos
A través del análisis exploratorio se
determinaron los estadísticos básicos para las variables densidad aparente
(Da), porosidad total (PT), macroporosidad (Mp), arcilla, limo y arena en los diferentes estratos de
los suelos estudiados en el presente trabajo, cuyos resultados aparecen en los
cuadros 1 y 2 para el Ultisol y el Vertisol, respectivamente. Este análisis también permitió
determinar la presencia de valores muy lejanos (Tukey,
1977) y comprobar el ajuste de la distribución de frecuencia de los datos a la
curva de distribución normal, a través de los estadísticos ‘asimetría’ y ‘curtosis’ del programa GeoEAS (Englund y Sparks, 1988) y de la
prueba de normalidad de Lilliefors del programa
PROGRESSA (Silva-Acuña et al., 1995).
Cuadro 1. Estadísticos para las variables
evaluadas en un Ultisol irrigado cultivado con
palma aceitera en el estado Monagas, Venezuela. |
|||||||
Profundidad
(cm) |
Variable |
Media |
Mediana |
Coef. de Variación |
Asimetría |
Curtosis |
F
Calculada |
0-25 |
Da (Mg.m-3) |
1,54 |
1,55 |
5,22 |
-0,61 |
3,46 |
0,066* |
PT (%) |
33,4 |
33,4 |
8,63 |
-0,12 |
3,07 |
0,042* |
|
Mp (%) |
9,40 |
8,98 |
29,0 |
0,28 |
3,02 |
0,074* |
|
Arcilla (%) |
12,68 |
12,70 |
27,7 |
0,72 |
3,23 |
0,981* |
|
Limo (%) |
25,49 |
25,40 |
9,76 |
0,32 |
2,40 |
0,950* |
|
Arena (%) |
61,83 |
62,80 |
7,27 |
-0,53 |
2,50 |
0,118* |
|
25-50 |
Da (Mg.m-3) |
1,59 |
1,59 |
4,04 |
0,73 |
4,23 |
0,113 ns |
PT (%) |
32,0 |
31,8 |
9,77 |
0,12 |
2,66 |
0,048* |
|
Mp (%) |
7,93 |
7,95 |
33,5 |
0,26 |
2,33 |
0,087* |
|
Arcilla (%) |
16,67 |
16,00 |
22,66 |
0,67 |
3,50 |
0,113* |
|
Limo (%) |
23,98 |
23,10 |
18,84 |
0,81 |
3,49 |
0,142 ns |
|
Arena (%) |
59,35 |
60,60 |
9,24 |
-0,79 |
3,61 |
0,136 ns |
|
50-Plintita |
Da (Mg.m-3) |
1,59 |
1,60 |
3,50 |
0,14 |
3,39 |
0,083* |
PT (%) |
33,4 |
33,1 |
11,2 |
0,52 |
3,74 |
0,057* |
|
Mp (%) |
7,37 |
7,42 |
36,8 |
0,15 |
2,98 |
0,063* |
|
Arcilla (%) |
23,79 |
21,00 |
34,75 |
0,57 |
2,35 |
0,165* |
|
Limo (%) |
22,62 |
22,80 |
19,82 |
-0,05 |
2,51 |
0,065* |
|
Arena (%) |
53,59 |
56,00 |
16,72 |
-0,63 |
2,76 |
0,102* |
|
Plintita-100 |
Da (Mg.m-3) |
1,58 |
1,58 |
4,60 |
0,12 |
4,60 |
0,086* |
PT (%) |
36,1 |
36,1 |
12,4 |
-0,23 |
2,73 |
0,040* |
|
Mp (%) |
6,35 |
6,54 |
37,3 |
-0,02 |
3,06 |
0,046* |
|
Arcilla (%) |
29,54 |
30,95 |
24,49 |
-1,07 |
3,91 |
0,137 ns |
|
Limo (%) |
19,29 |
18,7 |
21,46 |
0,78 |
3,89 |
0,125ns |
|
Arena (%) |
51,17 |
51,05 |
12,96 |
0,41 |
2,71 |
0,110* |
|
Da = Densidad aparente; PT
= Porosidad total; Mp = Macroporosidad * = Significativo a P≤
5%, ns = no significativo |
Cuadro
2. Estadísticos para las
variables evaluadas en un Vertisol
irrigado cultivado con palma aceitera en el estado Monagas, Venezuela. |
|||||||
Profundidad (cm) |
Variable |
Media |
Mediana |
Coef. de Variación |
Asimetría |
Curtosis |
F Calculada |
0-25 |
Da
(Mg.m-3) |
1,35 |
1,35 |
7,14 |
0,27 |
2,16 |
0,087
* |
PT
(%) |
44,7 |
45,2
|
10,7 |
0,41 |
3,94 |
0,091
* |
|
Mp (%) |
5,12 |
5,02 |
49,0 |
0,71 |
3,54 |
0,107 ns |
|
Arcilla
(%) |
43,55 |
43,40 |
17,57 |
0,067 |
2,00 |
0,088 * |
|
Limo
(%) |
23,91 |
24,40 |
19,82 |
-0,67 |
2,21 |
0,097 * |
|
Arena
(%) |
32,54 |
31,10 |
7,14 |
0,54 |
2,30 |
0,087 * |
|
25-50 |
Da
(Mg.m-3) |
1,40 |
1,39 |
7,05 |
-0,19 |
2,80 |
0,053
* |
PT
(%) |
43,2 |
44,0
|
9,94 |
-0,59 |
3,46 |
0,088
* |
|
Mp (%) |
4,22 |
4,27 |
49,6 |
0,29 |
2,51 |
0,059 * |
|
Arcilla
(%) |
42,48 |
42,05 |
20,33 |
-0,42 |
3,09 |
0,067 * |
|
Limo
(%) |
22,90 |
22,19 |
18,89 |
0,71 |
2,62 |
0,123 * |
|
Arena
(%) |
34,62 |
31,55 |
24,50 |
0,64 |
2,58 |
0,157 ns |
|
50-Plintita |
Da
(Mg.m-3) |
1,44 |
1,46 |
7,65 |
-0,27 |
1,90 |
0,098
ns |
PT
(%) |
42,2 |
42,1
|
11,5 |
-0,12 |
2,59 |
0,038
* |
|
Mp (%) |
3,16 |
3,15 |
54,4 |
0,33 |
2,42 |
0,083 * |
|
Arcilla
(%) |
43,97 |
45,70 |
26,29 |
-0,42 |
2,18 |
0,099 * |
|
Limo
(%) |
20,74 |
20,75 |
15,69 |
0,24 |
2,83 |
0,064 * |
|
Arena
(%) |
35,29 |
30,65 |
31,25 |
0,82 |
2,68 |
0,220 ns |
|
Plintita-100 |
Da
(Mg.m-3) |
1,49 |
1,50 |
7,64 |
-0,43 |
2,68 |
0,079
* |
PT
(%) |
40,5 |
40,2
|
12,7 |
-0,02 |
2,50 |
0,091
* |
|
Mp (%) |
3,62 |
3,22 |
65,3 |
0,98 |
3,82 |
0,103 ns |
|
Arcilla
(%) |
41,54 |
41,55 |
30,33 |
-0,08 |
2,21 |
0,105 * |
|
Limo
(%) |
20,50 |
20,90 |
14,72 |
-0,43 |
3,36 |
0,061 * |
|
Arena
(%) |
37,97 |
34,65 |
31,35 |
0,39 |
2,23 |
0,129 ns |
|
Da = Densidad aparente; PT
= Porosidad total; Mp = Macroporosidad * = Significativo a P≤
5%, ns = no significativo |
En el caso del Ultisol
(Cuadro 1), las variables: porosidad total a las profundidades de
En el Ultisol
se observó que
El comportamiento de las
variables en el Vertisol mostró algunas similitudes
con el Ultisol, ya que se obtuvo incremento en los
valores de Da a través del perfil, la cual varió desde 1,35 Mg.m-3 en la superficie a 1,49 Mg.m-3a los
En líneas generales, en ambos
suelos el estrato superficial mostró valores normales de acuerdo a su clase
textural (Florentino, 1996), pero revela la presencia de horizontes compactados
a partir de los
En cuanto a la variabilidad, medida en
términos del coeficiente de variación, se encontró que para ambos suelos y para
todos los estratos, la variable Macroporosidad (Mp) fue la que presentó los mayores coeficientes de
variación. En esta variabilidad se incluye la que ocurre en forma natural,
debido a las variaciones que incorpora el horizonte argílico
en el Ultisol y los procesos de apertura y cierre de
grietas que se produce en el Vertisol; por otro lado,
se refleja la incidencia del problema de compactación mencionado anteriormente.
Análisis Geoestadístico
Los semivariogramas
experimentales para las variables analizadas, tanto para el Ultisol
como para el Vertisol, presentaron incrementos de la semivarianza con la distancia hasta estabilizarse,
indicando la presencia de dependencia espacial.
En tal sentido, las Figuras 1A y 1D,
correspondientes a la macroporosidad entre 25 y
En el caso del Vertisol,
la variable macroporosidad entre 25 y
Existe un comportamiento bien
diferenciado en la semivarianza de las propiedades
del suelo, dependiendo de la posición que ocupen dentro de la plantación. Los semivariogramas experimentales reflejan que la actividad
antrópica es una fuente importante en la alteración de la estructura natural de
variación de las propiedades del suelo, fenómeno que está asociado con el
problema de compactación descrito anteriormente. Aparentemente, la formación de
horizontes compactados tiende a homogeneizar las propiedades del suelo,
mientras que los sitios poco afectados por fuerzas mecánicas externas y con
aportes de materia orgánica tienden a ser mucho más variables.
Varios autores también han reportado un
comportamiento diferencial de los horizontes compactados, bien sea en
plantaciones jóvenes (Caliman et al., 1990), en plantaciones adultas (Peralta et al., 1985; Dufour
y Olivin, 1985) o en plantaciones de renovación (Caliman et al.,
1987). Dufour y Olivin
(1985) destacan que los horizontes compactados son bastante evidentes en las
interlíneas de siembra, es decir, en las zonas afectadas por el paso continuo
de maquinarias, y son tenues o inexistentes en las líneas de siembra o en las
paleras (cuando se utiliza el sistema de amontonar las hojas podadas en un
sitio específico).
El ajuste de los semivariogramas
teóricos a los semivariogramas experimentales se
realizó visualmente, y se trató de modelar la variabilidad intrínseca del
suelo, obviando las irregularidades en el comportamiento de la semivarianza introducidas por la acción antrópica. Los
Cuadros 3 y 4 muestran los parámetros de los semivariogramas
teóricos ajustados a las variables analizadas en el Ultisol
y en el Vertisol, respectivamente. Los modelos
utilizados para el ajuste fueron, básicamente, el esférico y el exponencial, y
en general se obtuvo un buen ajuste, con rangos de dependencia espacial que van
desde 7,80 hasta
Cuadro
3. Parámetros de
los semivariogramas de
las propiedades evaluadas en un Ultisol
irrigado cultivado con palma aceitera. |
|||||||
Variable |
Modelo |
Alcance |
Varianza aleatoria |
Varianza Total |
GDE |
R2 |
Dependencia Espacial |
Ks 0- |
Esférico |
7,8 |
0 |
33,20 |
0 |
0,94 |
Fuerte |
Ks 0- |
Exponencial |
13,2 |
15,66 |
24,07 |
65,5 |
0,91 |
Moderada |
Ks 0-Plintita |
Esférico |
39,6 |
14,62 |
40,80 |
35,8 |
0,93 |
Moderada |
Ks 0-100 cm |
Exponencial |
26,4 |
14,80 |
53,28 |
27,8 |
0,89 |
Moderada |
Da 0- |
Esférico |
30,0 |
0,00189 |
0,00665 |
29,1 |
0,94 |
Moderada |
Da 25- |
Exponencial |
23,2 |
0,00130 |
0,00545 |
23,9 |
0,97 |
Fuerte |
Da 50- |
Esférico |
36,0 |
0,00216 |
0,00324 |
66,7 |
0,95 |
Moderada |
Da 75- |
Exponencial |
14,4 |
0 |
0,00582 |
0 |
0,98 |
Fuerte |
PT 0- |
Esférico |
34,1 |
4,65 |
8,13 |
57,1 |
0,96 |
Moderada |
PT 25- |
Exponencial |
22,7 |
4,27 |
9,70 |
44,0 |
0,92 |
Moderada |
PT 50- |
Exponencial |
19,7 |
1,82 |
10,78 |
16,9 |
0,93 |
Fuerte |
PT 75- |
Exponencial |
15,8 |
6,80 |
17,60 |
38,6 |
0,97 |
Moderada |
Mp
0- |
Esférico |
17,6 |
5,03 |
6,11 |
82,3 |
0,88 |
Débil |
Mp
25- |
Esférico |
24,0 |
3,99 |
7,77 |
51,4 |
0,93 |
Moderada |
Mp 50- |
Exponencial |
39,4 |
1,10 |
7,67 |
14,3 |
0,94 |
Fuerte |
Mp 75- |
Esférico |
26,8 |
3,36 |
6,55 |
51,3 |
0,93 |
Moderada |
GDE = Grado de dependencia
espacial; Ks = Conductividad hidráulica saturada; Da = Densidad
aparente; PT = Porosidad Total; Mp = Macroporosidad |
Cuadro
4. Parámetros de los semivariogramas de
las propiedades evaluadas en un Vertisol
irrigado cultivado con palma aceitera |
|||||||
Variable |
Modelo |
Alcance |
Varianza aleatoria |
Varianza Total |
GDE |
R2 |
Dependencia Espacial |
Ks 0- |
Esférico |
24,32 |
166,4 |
650,0 |
25,6 |
0,93 |
Moderada |
Ks 0- |
Esférico |
20,16 |
0 |
291,0 |
0 |
0,91 |
Fuerte |
Ks 0-Plintita |
Exponencial |
17,92 |
0 |
235,0 |
0 |
0,97 |
Fuerte |
Ks 0-100 cm |
Esférico |
20,16 |
0 |
302,0 |
0 |
0,94 |
Fuerte |
Da 0- |
Esférico |
21,28 |
0 |
254,0 |
0 |
0,95 |
Fuerte |
Da 25- |
Esférico |
21,28 |
0 |
254,0 |
0 |
0,96 |
Fuerte |
Da 50- |
Esférico |
21,28 |
0 |
254,0 |
0 |
0,95 |
Fuerte |
Da 75- |
Esférico |
21,28 |
0 |
254,0 |
0 |
0,95 |
Fuerte |
PT 0- |
Esférico |
13,28 |
0 |
275,0 |
0 |
0,96 |
Fuerte |
PT 25- |
Esférico |
12,28 |
0 |
276,0 |
0 |
0,94 |
Fuerte |
PT 50- |
Esférico |
14,28 |
0 |
289,0 |
0 |
0,94 |
Fuerte |
PT 75- |
Esférico |
14,28 |
0 |
280,0 |
0 |
0,93 |
Fuerte |
Mp
0- |
Esférico |
20,72 |
0 |
236,0 |
0 |
0,92 |
Fuerte |
Mp
25- |
Esférico |
20,72 |
0 |
236,0 |
0 |
0,91 |
Fuerte |
Mp 50- |
Esférico |
20,72 |
0 |
244,4 |
0 |
0,93 |
Fuerte |
Mp 75- |
Esférico |
20,72 |
5,1 |
239,1 |
2,1 |
0,93 |
Fuerte |
GDE = Grado de dependencia
espacial; Ks = Conductividad hidráulica saturada; Da = Densidad
aparente; PT = Porosidad Total; Mp = Macroporosidad |
Un aspecto importante de destacar es que
los valores de varianza total para todas las variables del Vertisol
fueron notablemente superiores a los de varianza total para el Ultisol. Esta situación demuestra una mayor variabilidad en
el Vertisol, lo cual puede estar asociado a cambios
en las propiedades del suelo como consecuencia de la expansión y contracción,
con los continuos secamientos y humedecimientos del suelo, que dan origen a la
formación de grietas.
Según los criterios desarrollados por Cambardella et al.
(1994), en el Ultisol la dependencia espacial es
fuerte para las variables: Ks de
Cuando se examina el comportamiento de
las variables a diferentes profundidades, se encuentra que en el Ultisol (Cuadro 3) los parámetros de los semivariogramas presentan grandes diferencias, lo cual es
indicativo de un comportamiento anisotrópico de las
propiedades del suelo en los diferentes estratos, que puede ser consecuencia de
la distribución de arcilla a través del perfil y/o de las fuerzas mecánicas
externas mencionadas con anterioridad.
En el Vertisol
(Cuadro 4) los parámetros de los semivariogramas,
para una misma variable, son similares a las diferentes profundidades, lo cual
implica un comportamiento isotrópico de la variabilidad del suelo a través del
perfil, aún cuando los valores promedio de la
variable sean diferentes.
El objetivo final del análisis geoestadístico es la estimación de las propiedades del
suelo en los sitios donde no se efectuó la evaluación, lo cual se realiza a través
del proceso de interpolación. El método de interpolación más usado en ciencia
del suelo es el ‘kriging’ puntual (Trangmar et al.,
1985), el cual requiere de un modelo de variación de la variable para realizar
las estimaciones.
Los parámetros determinados por medio del
ajuste de modelos teóricos a los semivariogramas
experimentales constituyen el modelo de variación para cada una de las
variables evaluadas a las diferentes profundidades de los dos suelos
estudiados.
A partir de estos parámetros, y asumiendo
que la variabilidad del suelo tiene un comportamiento isotrópico en el sentido
horizontal, se realizó la interpolación por medio de ‘kriging’
puntual para la variable Ks de
Este comportamiento viene a corroborar la
distribución espacial del problema de compactación a lo largo de las
interlíneas, derivado del proceso de recolección de frutas a través de carretas
movidas por tracción animal tal como los señalan Barrios y Florentino (2008),
lo cual representa una clara evidencia de la importancia de la actividad
antrópica sobre la variabilidad espacial intrínseca del suelo, llegando a
convertirse en la fuente de variación más importante en suelos cultivados.
Lo anterior sugiere la
implementación del concepto de manejo por sitio específico, apoyado en el uso
de mapas que permitan identificar zonas dentro de cada lote con limitaciones
importantes que afecten el rendimiento (Bertsch et
al. 2002). En tal sentido, una de las estrategias de manejo para optimizar
el uso de los recursos productivos, podría orientarse hacia la limitación de
los caminos de circulación de vehículos de cosecha, donde se concentrarían las
áreas compactadas y se aplicarían correctivos para recuperar aquellas áreas que
ya no estarían sometidas a las presiones externas (con el uso de subsolado
profundo, por ejemplo).
CONCLUSIONES
1. La estructura de los semivariogramas experimentales reveló el impacto de la
actividad antrópica sobre las propiedades físicas del suelo, a través de la acumulación
de materia orgánica en sitios específicos que incorporan gran variabilidad al
horizonte superficial y la formación de capas compactadas en forma localizada
que tienden a homogeneizar los horizontes subsuperficiales.
2. Para ambos suelos y para
todas las propiedades evaluadas, la estructura de dependencia espacial reveló
que la varianza estructurada fue dominante sobre el componente aleatorio del semivariograma, demostrando la utilidad del análisis geoestadístico. Los modelos teóricos ajustados a las
propiedades físicas de los suelos fueron del tipo esférico y exponencial.
3. Los mapas de contorno
obtenidos por la interpolación por ‘Kriging’ tienen
gran importancia en las estrategias de manejo por sitio específico, debido a
que indican los lugares donde están concentrados los problemas para la
aplicación más eficiente de estrategias preventivas y correctivas.
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Página diseñada
por Prof. Jesús Rafael Méndez Natera
TABLA
DE CONTENIDO DE LA REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA