Revista Científica UDO Agrícola
Volumen 9. Número 3. Año 2009. Páginas: 530-538
Efecto del ácido indol-3-acético
y el acido naftalenacético
sobre el largo y ancho del fruto de melón (Cucumis melo L.) cultivar Edisto 47
Effect of indole-3-acetic acid and naphthalene
acetic acid on length and width of muskmelon (Cucumis melo L.) fruit cv. Edisto 47
Nelson José MONTAÑO MATA y Jesús Rafael MÉNDEZ NATERA
Universidad de Oriente. Escuela de Ingeniería
Agronómica. Departamento de Agronomía. Maturín. 6201. estado Monagas.
Venezuela. E-mail: nelmon@cantv.net Autor para
correspondencia
Recibido: 04/05/2009 |
Fin de
primer arbitraje: 16/07/2009 |
Primera
revisión recibida: 25/10/2009 |
Aceptado:
14/12/2009 |
El
tamaño del fruto del melón es importante, no solamente por ser un componente de
la producción, sino también porque determina la aceptación
del consumidor. El objetivo fue evaluar el efecto de diferentes dosis de acido índol acético (AIA) y ácido
naftaleno acético (ANA) y épocas de aplicación sobre el largo y ancho del fruto
de melón (Cucumis melo L.) cv. Edisto
47. Las plantas se asperjaron con AIA y ANA en las dosis de 0, 50, 100, 150 y
200 mg L-1 de cada uno, a los 7, 14 y 21 días después de la
floración (DDF). El diseño estadístico utilizado fue parcelas subsubdivididas con tres repeticiones. Las parcelas
principales fueron las épocas de aplicación, las subparcelas
las dosis de los reguladores AIA y ANA y las subsubparcelas
los reguladores. El AIA no
influyó en el largo del fruto de melón cuando se aplicó a diferentes dosis y
épocas. El ANA redujo el largo del fruto cuando se aplicó a los 7 DDF en las dosis de 100, 150 y 200 mg
L-1. El AIA redujo el
ancho del fruto con respecto al ANA cuando ambos se aplicaron a los 14 DDF. Los frutos de melón más anchos se
obtuvieron con la aplicación de la ANA (50 y 100 mg L-1).
Palabras clave: Ácido índol
acético, ácido naftaleno acético,
aplicación foliar, melón.
The fruit size is important because it is a
production component and also determines the consumer acceptance. The objective
was to evaluate the effect of different doses of indole-3-acetic acid (IAA) and
naphthalene acetic acid (NAA) and periods of application on fruit length and
width of muskmelon (Cucumis melo L.) cv.
Edisto 47. Plants were sprayed with IAA
and NAA at 0, 50, 100, 150 and 200 mg L-1 each at 7, 14 and 21 days after flowering (DAS). A
split split plot design was used with three
replications. Main plots were the application period, the sub plots were the
IAA and NAA doses and the sub sub plots were IAA and
NAA. IAA did not affect on fruit length of muskmelon
when it was applied at different doses and periods. NAA decreased fruit length
when it was applied at 100, 150 and 200 mg L-1 at 7 DAS. IAA decreased fruit width in comparison
with NAA when both were applied at 14 DAS. The widest muskmelon fruits were
obtained with the application of NAA (50 and 100 mg L-1) and length of fruit is not significantly affected
by AIA doses different and times application. The application of 100 mg L-1 NAA, 7 dff
decreased the length of fruit.
Key
words: IAA, foliar application, NAA, muskmelon,
growth regulator
El melón
(Cucumis melo L.), es una hortaliza altamente
apreciada en la dieta y en la mesa de cualquier país del mundo, ya que puede ser
utilizada para consumo fresco, como postre, en ensalada de frutas y jugos. A
partir de 1990, Venezuela se ha esforzado en producir melones para la
exportación y por ello, debe cumplir con parámetros que los Estados Unidos y
El comercio internacional se caracteriza
por la demanda de melones dulces principalmente, aunque en algunos países se
pueden comercializar melones con menor contenido de azúcar tal es el caso del
mercado británico y escandinavo, los cuales no exigen fruta demasiado madura,
ya que su consumo por lo general se hace como guarnición, y cuando se consumen
como postre lo combinan con licores u otros productos. Existen otros mercados
como el francés donde la demanda del producto es sobre más dulce y maduro, ya
que su consumo es principalmente como postre. En cuanto a la demanda por tipo
de melón, las preferencias en la mayoría de los países de Europa no están sobre
el melón de color verde, dado que a este no lo consideran maduro y a la vez que
prefieren los melones entre los 800 g y 1,25 kg (SAGARPA, 2005).
El
melón ocupa el segundo renglón en importancia económica después de la sandía o
patilla (Citrullus lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai) dentro de las cucurbitáceas. Representa una de las
alternativas más rentables para el desarrollo agrícola en áreas con condiciones
agroclimáticas aptas para su producción, debido a los buenos precios que
adquiere el producto en los mercados internacionales durante los meses de
diciembre a abril. Además es una significativa fuente generadora de empleo. Para el año de 1993, las necesidades de
producir melones para la exportación fueron de 200 toneladas semanales, si se
toma en cuenta los meses de invierno de las regiones
del norte del hemisferio, donde escasea este fruto tropical, el cálculo de necesidades
se hace bastante grande y por ende igual serían las ganancias de divisas no
petroleras (FONAIAP, 1995). A pesar de las ventajas indicadas anteriormente, en
Venezuela, la exportación de melones ha venido disminuyendo, en 1996 se
exportaron 6646 t, pero luego la cantidad se mantuvo entre 3863 y 1677 t entre
1997 y 2006, para disminuir hasta 594 y 51 t en los años 2008 y 2009,
respectivamente. Esto generó 2.566.000 dólares en 1999 y sólo 153.000 y 11.000
dólares para 2008 y 2009, respectivamente (FEDEAGRO 2009).
Venezuela posee amplias extensiones de
tierras con condiciones agroecológicas para la producción de melón,
especialmente para la exportación. Estas grandes extensiones de tierra presentan características favorables para el
cultivo del melón, existiendo más de 4.000 ha aptas, distribuidas en los
estados Guárico, Cojedes, Falcón, Zulia y Anzoátegui. El tipo de fruto ofrecido
en Venezuela por las diferentes compañías de semilla es variado, su calidad
está influenciada por factores ambientales y genéticos que afectan sus
características fundamentales, tales como: grado de malla, sólidos solubles,
grosor y color de la pulpa y tamaño de la cavidad. El cultivar tradicionalmente
sembrado en Venezuela es el Edisto 47, de
polinización abierta, malla moderada, pulpa color anaranjado, con frutos
grandes y ovalados que pueden pesar normalmente un kilo y medio (Soto et al., 1995). A pesar de esto la
producción de melón se ha mantenido entre 130.000 y 293.000 t entre los años
2001 y 2007 con una superficie sembrada entre 7610 y 14246 ha. Entre los mismos
años el rendimiento ha oscilado entre 17183 y 20609 kg/ha (FEDEAGRO, 2007).
El fruto de melón es altamente conocido en Europa, su consumo se incrementa en verano, dado
su alto contenido de agua. El consumidor europeo demanda un melón pequeño
(calibre 5 y/o 6), de sabor dulce, color atractivo a la vista, homogéneo que mantenga sus características
organolépticas por mucho tiempo. Según datos de la Organización de Agricultura y
Alimento (FAO, 2005), el consumo per cápita mundial de melón fue de 81.735.000
t. El promedio de la Unión Europea (UE) es de 2,22 kg, solamente entre el
2002-2005 el consumo se incremento 3,5% anual. Para
abastecer el mercado de melón, Europa realiza importaciones procedentes
principalmente de Brasil (41,8%), Costa Rica (22,2%), Israel (13,5%), Marruecos
(11,1%), Honduras (3,6%), Ecuador (1,4%), Guatemala (1,2%), África del Sur
(1,1%), República Dominicana (0,7%), Venezuela
(0,6%) y el resto de las exportaciones son cubiertas por otros países (2,9%).
Aunque, Venezuela no es un importante proveedor de esta fruta, entre 1996 y
1997 su exportaciones crecieron en la UE un 8%; esto se explica porque en el
último año el melón Galia venezolano llegó a los puertos de Antwerpen,
Bélgica y Rotterdman gracias a la disponibilidad de
espacio permanente en barcos refrigerados. Esta modalidad de transporte ofrece
mayores posibilidades de expansión de las exportaciones venezolanas de melón y
reduce la su dependencia al transporte aéreo de mayor costo (Torres y Miquel,
2003).
El tamaño del fruto es
importante, no solamente por ser un componente de la producción, sino también
porque determina la aceptación del consumidor. La producción y
la forma del fruto son caracteres de importancia en melón, por lo que su
evaluación es de gran interés en todo trabajo de mejora. El peso o tamaño del
fruto ha sido objeto de estudio por parte de muchos investigadores, dada su
gran importancia, así como a su relación con la producción (Chhnokar
et al., 1997). El peso del fruto se
encuentra muy correlacionado con la longitud y el ancho del mismo (Gómez Guillamon et al.,
1983); del estudio por separado de ambos caracteres podría deducirse cual tiene
mayor incidencia en la expresión del peso. Por otro lado, mediante la relación ancho/longitud
de los frutos puede determinarse la forma de los cultivares comerciales
usuales, este carácter ha sido considerado como cualitativo (Ranaswamn et al.,
1977).
El ancho del fruto depende a
su vez de otros parámetros: zona cortical, pulpa y cavidad central. Estos tres
caracteres tienen también una clara influencia en el peso del fruto, pero su
mayor interés radica en que determina un aspecto importante de la calidad del
fruto como es la relación de la parte comestible dentro del mismo. Varios factores influyen sobre el tamaño del fruto: polinización,
condiciones climáticas durante la etapa inicial del desarrollo del fruto,
relación hoja-fruto y las prácticas culturales. El tamaño definitivo del fruto
depende de: (1) número de células presente en el fruto cuajado, (2) número de
divisiones celulares que ocurre posteriormente, y (3) la extensión que las
células alcanzan. Las divisiones celulares durante el estado inicial del
crecimiento del fruto tienen una mayor influencia en el tamaño definitivo del
fruto (Westwood,
1993). El peso del fruto depende del medio ambiente donde se ha sembrado el
cultivo. El tamaño del fruto está determinado por la cantidad de proliferación
de células en la etapa inicial de crecimiento y el factor que regula la
cantidad de proliferación de células está afectado por la temperatura (Higashi et al.,
1999). El tamaño
del fruto se puede determinar por el aumento en la formación de capas de
células y la división de celular y la capacidad del sumidero del fruto (Dyer et
al., 1990). El aumento del tamaño del
fruto por la aplicación de citocininas y giberelinas en los cultivos de manzano, pepino y uvas, es
causado por un incremento de la división
celular y alargamiento y extensibilidad de la pared celular (Emongor y Murr 2001; Yu et al., 2001).
Los reguladores de crecimiento de las
plantas son ampliamente utilizados en horticultura para activar el crecimiento
y mejorar la producción mediante el incremento del número, cuajado y tamaño del
fruto. La mejora en el crecimiento vegetativo y los atributos de la producción
pueden incrementar la productividad del cultivo. La productividad en los
sistemas hortícolas es a menudo dependiente de la manipulación de las
actividades fisiológicas del cultivo por medios químicos. (Yeshitela
et al., 2004). El
aumento de la producción en el cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.), por la aplicación de benziladenina
+ giberelinas, está asociado con un aumento
significativo en el peso fresco y longitud del fruto. Por lo tanto, el aumento
en la producción es atribuido al incremento en el tamaño del fruto (Batlang 2008). El uso de reguladores de crecimiento de las
plantas para influir en el desarrollo de los frutos, hoy en día, es importante
en nuestra agricultura, porque se tiene la capacidad de aumentar el tamaño de
los frutos y mejorar el color y forma de éstos, por eso se aumenta su potencial
de mercadeo. Los reguladores de crecimiento puede afectar por mecanismos
diferentes el tamaño final de los frutos (Gianfagna
1995).
Los reguladores del
crecimiento de las plantas controlan los procesos fisiológicos y bioquímicos de
las plantas. Estos incluyen, control de la dormancia,
tamaño del órgano, desarrollo del cultivo, floración, cuajado del fruto,
regulación de la composición química de las plantas y control del suministro de
minerales desde el suelo (Nickell, 1978). Se ha demostrado los
efectos estimulantes de los reguladores en el crecimiento y producción de las
hortalizas. Los reguladores del crecimiento afectan el crecimiento y desarrollo
de la planta a muy bajas concentraciones, mientras que la inhiben a altas concentraciones (Jules et al., 1981). Mella et al. (1997), señalan que el ácido indol
acético y el ácido giberélico promueven el crecimiento de la plantas de
semillero en varias concentraciones. Las auxinas son reguladores primarios de
la forma de la planta (Friml, 2003) mientras que, las
giberelinas estimulan el alargamiento (Dugardeyn et al.,
2008). Iqbal et al. (2009), señalaron una reducción en
la caída del fruto y un incremento en la producción con la aplicación de ácido
naftaleno acético en el cultivo de guayaba (Psidium guajava L.). Una de las
tecnologías más promisorias para el aumento de la productividad de los
cultivos, es la manipulación de su desarrollo por medio de sustancias llamadas fitoreguladores, biorreguladores
o bioestimulantes, estos productos son de uso generalizado en las
agriculturas de avanzadas (Agustín y Almela,
1991).
El objetivo fue evaluar el efecto de diferentes dosis
de acido índol acético y
ácido naftaleno acético y épocas de aplicación sobre el largo y ancho del fruto
de melón (Cucumis melo L.) cv. Edisto
47.
El experimento se realizó en
un suelo de textura franco arenosa, pH 5,0 y contenido de materia orgánica
1,56% en
Se sembraron dos semillas de melón
cv. Edisto 47 por punto, a una profundidad de
El diseño estadístico utilizado fue parcelas subsubdivididas con tres repeticiones (Gomez
y Gomez, 1984). Los tratamientos utilizados fueron
los reguladores del crecimiento: ácido-3-indolacético (AIA) y el α-naftalén acético (ANA), las dosis de 50; 100; 150 y 200
mg L-1, más un testigo 0 mg L-1. Las épocas de aplicación
de los reguladores fueron 7, 14 y 21 días después de la floración (DDF). Las parcelas principales fueron
las épocas de aplicación, las subparcelas dosis de
los reguladores y las subsubparcelas los reguladores
(AIA y ANA). Cada tratamiento
estaba representado por tres hileras de
Largo del fruto (cm)
De los reguladores del
crecimiento, sólo el ácido naftaleno acético (ANA) afectó el largo del fruto.
El ácido índole acético (AIA) y
en las diferentes dosis aplicadas no afectó el largo del fruto en ninguna de
las épocas de aplicación evaluadas (Cuadro 1). Al comparar los tratamientos del
AIA con el testigo 0 mg L-1, a los 14 y 21 DDF, se observa una
ligera tendencia a disminuir el tamaño del fruto a medida que se aumento las dosis del regulador, a excepción de la
aplicación realizada 7 DDF.
Ninguna de las dosis estudiadas del ANA
tuvo efecto sobre el largo del fruto, para las épocas de aplicación 14 y 21 DDF (Cuadro 1). Sin embargo, la
aplicación de ANA en dosis de
100, 150 y 200 mg L-1, a los 7 DDF, redujo el tamaño de los
frutos de melón con respecto al testigo. El testigo 0 mg L-1
y la dosis de 50 mg L-1, se comportaron iguales entre sí y
superiores a los demás tratamientos. Las dosis 100, 150 y 200 mg L-1
de ANA aplicados a los 7 DDF, redujo el tamaño del fruto con respecto al
testigo. El testigo y la dosis de 50 mg L-1 fueron iguales entre sí
y superiores al resto de los tratamientos. La aplicación ANA a los 14 DDF
resultó en un incremento en el largo del fruto que posteriormente disminuyó
cuando se aplicó a los 21 DDF. El máximo largo del fruto (14,37 cm) alcanzado
cuando se aplico AIA DDF es mayor que el encontrado
por Bastardo (1987) (13,6 cm). En el caso del ANA se observa un aumento del
largo del fruto con un valor máximo de 14,87 cm, a los 14 dff
con un promedio mayor al obtenido en el testigo, las demás dosis y las
distintas épocas de aplicación en el resto de los tratamientos y el señalado
por Bastardo (1985). Este valor supera al obtenido con el AIA en todas las
dosis e incluyendo el testigo, en las tres épocas de aplicación estudiadas.
Cuadro
1. Prueba de diferencias de promedios de la interacción regulador*dosis*época
de aplicación sobre el largo (cm) del fruto de melón (Cucumis
melo L.) cv. Edisto
47. |
|||||||
|
|
Largo
del fruto (cm) 3/
|
|||||
Regulador de |
Dosis
|
Épocas de aplicación (DDF) 2/ |
|||||
crecimiento 1/ |
(mg L-1) |
7 |
14 |
21 |
|||
AIA
|
0 |
13,90 |
Aax |
14,20 |
Aax |
14,40 |
Aax |
AIA |
50 |
13,40 |
Aax |
12,77 |
Aax |
13,50 |
Aax |
AIA |
100 |
14,00 |
Aax |
12,70 |
Aax |
13,47 |
Aax |
AIA |
150 |
14,37 |
Aax |
12,63 |
Aax |
13,27 |
Aax |
AIA |
200 |
13,60 |
Aax |
10,27 |
Aax |
13,97 |
Aax |
ANA |
0 |
14,30 |
Aax |
12,67 |
Aax |
12,27 |
Aax |
ANA |
50 |
14,20 |
Aax |
13,90 |
Aax |
12,20 |
Aax |
ANA |
100 |
10,77 |
Bby |
14,57 |
Aax |
12,37 |
Aaxb |
ANA |
150 |
10,80 |
Bby |
13,87 |
Aax |
14,07 |
Aax |
ANA |
200 |
10,30 |
Bby |
14,87 |
Aax |
12,57 |
Aaxb |
C.V. (a) = 17,55%, C.V. (b) = 9,77% y C.V. (c) = 8,76% 1/ AIA = ácido indol-3-acético y ANA = ácido-α-naftalenacético 2/ DDF = días después de la
floración. 3/ Prueba de ámbitos
múltiples de Duncan (p<0,05). Letras mayúsculas para comparaciones
verticales. Letras minúsculas (a, b) para las comparaciones horizontales.
Letras minúsculas (x,y) para las comparaciones
entre reguladores en una misma dosis y épocas. Letras iguales indican
promedios estadísticamente iguales. |
Los resultados en este
experimento difieren a los obtenidos por Salinas (1995), quien con la
aplicación de AIA en el cultivo
de la patilla (Citrullus lanatus Mansf.) encontró los frutos más largos y la aplicación de
ANA disminuyó el ancho del fruto. En
cambio, coinciden con los resultados obtenidos en otros cultivos por Dutta y Banik (2007) quienes
encontraron con la aplicación de ácido naftaleno acético (ANA) antes de la
floración y tres semanas después del cuajado de la fruta, un aumento
significativo en el largo y diámetro del fruto de guayaba. Ouma
y Rice (2001), señalan que la aplicación de ANA en el cultivo de manzana, no
afectó el largo y ancho del fruto y la relación ancho/longitud. (Almeida et al., 2004), indican que la aplicación
de ANA, sólo y en combinación en el cultivo de naranja cv. ‘Pera’, no tuvo
incidencia sobre el desarrollo del fruto, tales como, longitud y diámetro.
Investigaciones han demostrado los efectos
estimulantes de los reguladores en el crecimiento y producción de las
hortalizas. Los reguladores del crecimiento
influencian el crecimiento y desarrollo de la planta a muy bajas concentraciones,
mientras que, la inhiben a altas
concentraciones (Jules et al., 1981). Algunos estudios
indican que las concentraciones altas o aplicaciones tardías de ANA tienden a
deprimir el tamaño de la fruta (Greene 1943; Bound 2001). Existen
factores como la dosis de aplicación, material vegetativo, cultivares
empleados, condiciones ambientales, etc. los cuales pueden influir en la
respuesta del cultivo alterando los objetivos buscados (Maroto 1990). La
longitud y forma del fruto expresada, como la relación ancho/longitud son
caracteres bastante estables a la influencia del medio ambiente (Abadía et al., 1985)
Ancho del fruto (cm)
El AIA redujo el ancho (11,79 cm) del
fruto de melón al compararlo con los frutos obtenidos de la aplicación del ANA a los 14 DDF (13,08 cm). En el resto de los tratamientos no se observo diferencias significativas (Cuadro 2).
Cuadro 2. Prueba de diferencias de promedios de la
interacción época de aplicación vs.
Reguladores de crecimiento sobre el ancho (cm) del fruto de melón (Cucumis melo L.).
cv. Edisto 47. |
|||||
|
Ancho del fruto (cm) 3/
|
||||
Época de aplicación
|
Regulador de crecimiento 1/ |
||||
(DDF) 2/ |
AIA |
ANA |
|||
7 |
12,19 |
Aa |
11,99 |
Aa |
|
14 |
11,79 |
Ab |
13,08 |
Aa |
|
21 |
12,61 |
Aa |
12,21 |
Aa |
|
C.V. (a) = 10,20%, C.V. (b) = 8,19% y C.V. (c) = 7,93%
1/ AIA = ácido indol-3-acético ANA
= ácido naftalenacético 2/ DDF = días después de la
floración. 3/ Prueba de ámbitos múltiples de Duncan (p<
0,05). Letras mayúsculas para las comparaciones verticales. Letras minúsculas
para las comparaciones horizontales. Letras iguales indican promedios
estadísticamente iguales. |
|||||
Ninguna de las dosis de AIA aumento el ancho del
fruto de melón al compararla con el testigo, lo contrario ocurrió con el ANA, lográndose los frutos más anchos
con la dosis de 100 mg L-1 (13,27 cm) sin diferencias significativas
a las dosis de 50 y 150 mg L-1 (Cuadro 3). Las dosis de 50 y 150 mg
L-1 de ANA produjeron
frutos más anchos que con el AIA con las mismas dosis. El ancho del
fruto se incrementa al aumentar las dosis del ANA que luego disminuye. El ancho del fruto de melón respecto al testigo y época de aplicación del
ANA no produjo incremento,
aunque los valores del ancho del fruto obtenido en este ensayo son mayores al
obtenido por Bastardo (1987) (11,45 cm). En cambio, con la aplicación de ANA el ancho del fruto aumento y el
máximo ancho (13,27 cm) del fruto alcanzado con la dosis de 100 mg L-1,
fue superior al obtenido en el testigo y el señalado por Bastardo (1987).
Cuadro 3. Prueba de diferencias de promedios de la
interacción reguladores de crecimiento vs. Dosis sobre el ancho (cm) del fruto de melón (Cucumis melo L.)
cv. Edisto 47. |
||||
|
Ancho (cm) del fruto 2/
|
|||
Dosis (mg L-1) |
Regulador de crecimiento 1/ |
|||
AIA |
ANA |
|||
0 |
13,32 |
Aa |
11,93 |
Bb |
50 |
11,79 |
Bb |
12,28 |
Aab |
100 |
11,73 |
Bb |
13,27 |
Aa |
150 |
12,09 |
Ba |
12,46 |
AaB |
200 |
12,04 |
Ba |
12,20 |
Ba |
C.V. (a) = 10,20%, C.V. (b) = 8,19% y C.V. (c) = 7,93% 1/ AIA = ácido indol-3-acético ANA
= ácido naftalenacético 2/ Prueba de ámbitos múltiples de Duncan (P<
0,05). Letras mayúsculas para
comparaciones verticales. Letras minúsculas para las comparaciones horizontales. Letras
iguales indican promedios estadísticamente iguales. |
Nickell (1982) indica que el peso máximo, longitud y diámetro
de un fruto es deseable por que incrementa la producción. Los resultados indican que el ANA cuando
se aplicó a los 7 DDF, redujo el
largo de los frutos de melón cv. Edisto 47, con las
dosis más altas (100, 150 y 200 mg L-1). Además, este regulador
aumentó el ancho de los frutos cuando las plantas fueron asperjadas a los 14 DDF en las dosis de 50 y 100 mg L-1
respectivamente. El AIA aplicado
en diferentes épocas y a diferentes concentraciones no afectó el largo de los
frutos de melón, pero reduce el ancho de los frutos cuando fue aplicado a los
14 DDF. El hecho de que el AIA no haya afectado el largo y ancho
de los frutos puede deberse a un proceso
rápido de inactivación de este fitoregulador dentro
de la planta, convirtiéndolo en AIA-glucósido,
AIA-éteres, etc,
y/o otros productos como ha sido señalado por Leopold (1958) y Leopold y Timan
(1975). El ancho del fruto depende a su vez de otros
parámetros: zona cortical, pulpa y cavidad central (Westwood
1993). Ahora bien, el peso del fruto se encuentra muy
correlacionado con la longitud y el ancho del mismo (Gómez Guillamon
et al., 1983). No se conoce
cuál es el factor más importante en la determinación del tamaño del fruto en
las plantas superiores. Los factores ambientales que incluyen temperatura, luz,
agua y nutrimentos pueden modificar la acción de los factores genéticos. Hay
muchos trabajos que describen a los factores ambientales afectando el tamaño
del fruto en las cucurbitáceas (Marcelis y Baan Hofman-Eijer, 1993). Higashi (et al.
1999), realizaron un análisis histológico
del desarrollo del fruto en dos genotipos de melón, señalan que el peso del
fruto depende del medio ambiente donde se ha sembrado el cultivo. Además, el
tamaño del fruto está determinado por la cantidad de proliferación de células
en la etapa inicial de crecimiento y el factor que regula la cantidad de
proliferación de células está afectado por la temperatura.
La reducción en el largo y ancho del
fruto, producido por AIA, probablemente,
es debido a un efecto inhibitorio por alta concentración
del regulador dentro del tejido de la planta. Sin embargo, a diferencia del AIA, el ANA es un producto sintético, que no ocurre naturalmente en la
planta y que su proceso de inactivación o degradación biológica es muy lento,
por lo que su acción dentro de la planta es de efecto lento, pero de acción
prolongada en el tiempo. Si las auxinas generadas por las paredes del ovario y
las semillas en formación determinan el tamaño final de un fruto, entonces,
esperaremos que con la aplicación endógena de auxinas; produciríamos frutos de
mayor relación largo/ancho. Pero también, podríamos esperar un efecto antagónico
y un efecto inhibitorio por competencia entre las auxinas exógenas y endógenas.
Leopold (1958), Leopold y Timann (1975) y
Maroto (1990) se refieren a la producción de frutos partenocárpicos
con la utilización exógenas de auxinas, donde los frutos producidos carecen de
semillas (por el desarrollo de las paredes del ovario), pero de menor
tamaño. Por otro parte, la respuesta de
una planta o parte de ésta a un regulador del crecimiento puede variar con la
variedad. Incluso una variedad puede responder diferente, de acuerdo a su edad,
condiciones ambientales, estado fisiológico de desarrollo (sobre todo su
contenido hormonal natural), y su estado de nutrición (Rojas y Ramírez (1987); Nickell (1982).
Todas las auxinas activas son ácidos orgánicos
débiles. El grado relativo de una auxina individual en diferentes procesos de
crecimiento es muy variable. Esto no sólo se diferencia de planta a planta,
sino también de órgano a órgano, tejido a tejido, célula a célula y, además
también con la edad y estado fisiológico de la planta (tejido) (Davies 2004).
Probablemente, debido a su alta inestabilidad. El AIA es por lo general menos
eficaz que auxinas sintéticas como 2,4-D o ANA. En cambio, Amarjit
y Basra (2000) señalan que la efectividad de
aplicación de hormonas exógenas depende de las especies, edad fisiológica,
también de la concentración y la época de aplicación. Para nuestro propósito
los frutos obtenidos en este experimento presentaron un peso aproximado de 1
kg/unidad que es excelente para la exportación y para el consumo interno, ya
que como consecuencia del incremento de los precios en los últimos años en este
rubro, el consumidor tiene como preferencia frutos de menor tamaño o peso.
CONCLUSIÓN
El regulador del crecimiento
AIA en las diferentes épocas de aplicación y dosis no afectó significativamente
el largo y ancho del fruto de melón. Los frutos más largos (14,87 cm) se
obtuvieron con el ANA, aplicado a los 14 DDF en la dosis de 200 mg L-1, sin diferencias significativas con las dosis de 100 y 150 mg L-1. Sin embargo, las plantas asperjadas con ANA
a los 7 DDF disminuyeron el largo del
fruto a partir de la dosis de 100 mg L-1. La
aplicación de ANA a los 14 DDF incremento el ancho (13,08 cm) del fruto.
La mejor dosis para obtener frutos más anchos (13,27 cm) fue 100 mg L-1 con ANA.
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Página diseñada por Prof. Jesús Rafael Méndez Natera
TABLA DE CONTENIDO DE LA REVISTA CIENTÍFICA UDO
AGRÍCOLA