Ingeniería genética aplicada al café

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 


Revista Científica UDO Agrícola Volumen 9. Número 3. Año 2009. Páginas: 475-486

 

Ingeniería genética aplicada al café

 

Genetic engineering applied to coffee

 

Zoraya DE GUGLIELMO CRÓQUER

 

Laboratorio de Genética, Instituto de Oncología y Hematología, Universidad Central de Venezuela. Ciudad Universitaria, Los Chaguaramos, Caracas, Venezuela. E-mail: zdegugli@gmail.com

 

Recibido: 17/03/2009

Fin de primer arbitraje: 03/08/2009

Primera revisión recibida: 09/08/2009

Aceptado: 01/10/2009

 

RESUMEN

 

Café es el nombre común de las semillas provenientes de los arbustos del género Coffea, de la familia de las Rubiáceas, cuyo cultivo tiene gran importancia agronómica y comercial en el mundo. Esta planta está expuesta a distintos tipos de estrés biótico y abiótico que pueden afectar su rendimiento y productividad, ocasionando pérdidas económicas considerables. Debido a esto, se han realizado diversas investigaciones enfocadas en su mejoramiento tanto por métodos tradicionales como por ingeniería genética. En este trabajo se realizó una revisión sobre aspectos básicos de la aplicación de técnicas de biología molecular y cultivo de tejidos para el desarrollo de resistencia a factores biológicos y físicos que afectan al café.

 

Palabras clave: Café, ingeniería genética, transformación genética, cultivo in vitro

 

ABSTRACT

 

Coffee is the common name of seeds from bushes of the genus Coffea, family Rubiaceae, whose cultivation is of great agricultural and commercial importance on the world. This plant is exposed to various biotic and abiotic stress that can affect its performance and productivity, causing considerable economic losses. Because of this, there have been several investigations focused on its improving both by traditional methods such as genetic engineering. In this paper, a review was conducted on basic aspects of the application of molecular biology techniques and tissue culture for the development of resistance to biological and physical factors affecting the coffee.

 

Key words: Coffee, genetic engineering, genetic transformation, in vitro culture

 


INTRODUCCIÓN

 

Desde que el hombre comenzó a sembrar semillas silvestres y a escoger las plantas y frutos por su color, sabor, textura y conservación se produjo un proceso de selección que condujo a la modificación de las frecuencias alélicas en un cultivo. Posteriormente, se introdujo el mejoramiento formal con las hibridaciones entre individuos seleccionados, lo que permitió la transferencia de caracteres de interés entre especies e, incluso, de especies silvestres a las de interés agronómico. En los últimos años,  con el auge de las técnicas moleculares y los sistemas de cultivo in vitro ha surgido la Ingeniería Genética de Plantas, la cual ha revolucionado las técnicas de mejoramiento convencionales, ya que con esta disciplina que tiene los mismos objetivos del fitomejoramiento clásico, se incrementa el rango de caracteres de interés a transferir a las especies vegetales: estos caracteres no sólo están codificados por genes de origen vegetal, sino también animal o microbiano (Sánchez 2003). Todo esto para obtener mejoras cualitativas y cuantitativas en las plantas y sus productos, lo cual es de gran importancia para una población mundial cada vez más exigente, con elevados índices de desnutrición y que va aumentando considerablemente en el tiempo. Este trabajo es una revisión bibliográfica sobre la aplicación de técnicas de ingeniería genética al cultivo de café, una planta de gran interés agronómico y comercial en el mundo.

 

Mejoramiento genético del café y cultivo in vitro

 

            Dadas las características del café en cuanto a crecimiento (planta semi-perenne de crecimiento lento que produce la primera cosecha a partir de los 3 años de edad), el mejoramiento mediante métodos tradicionales basados en la selección, cruces con individuos seleccionados y propagación de dichos individuos, puede implicar largos periodos de tiempo; por ello, la combinación de métodos de mejoramiento tradicional y métodos de transformación genética (Agrobacterium, biobalística o electroporación) ofrece una alternativa para lograr el mejoramiento de esta planta (Etienne et al. 2002; Café Imperial-Venezuela, 2005).

 

Las técnicas de cultivo de tejidos están bien establecidas en algunas especies de cafeto, resaltando Coffea arabica y Coffea canephora, a partir de muestras obtenidas de la mayoría de los órganos. La propagación puede ser mediante microesquejes (por organogénesis) o por embriogénesis somática, siendo esta última la principal vía de regeneración por presentar la mayor tasa de multiplicación (Baumann y Neuenschwander 1990). Söndhal y Mónaco (1981) y Menéndez-Yuffá et al. (1994) señalan que este método fue establecido inicialmente por Staritsky  en 1970 a partir de secciones de tallo de brotes ortotrópicos de C. canephora, donde los embriones somáticos se formaron por embriogénesis somática indirecta en la superficie de un callo compacto y amarillo desarrollado por el explante; sin embargo, la frecuencia embriogénica es mayor a partir de secciones foliares, resaltando el último par de hojas más cercanas al ápice de la rama, las cuales poseen mayor potencial embriogénico (Neuenschwander y Baumann 1992; Söndhal y Sharp 1977; Söndhal y Mónaco 1981). Las hojas utilizadas como explante inicial pueden provenir de vitroplantas o de plantas de invernadero; no obstante, se ha reportado que las primeras ofrecen mayor rendimiento embriogénico que las segundas (Menéndez-Yuffá y Hermoso- Gallardo 1998; Van Boxtel y Berthouly 1996).

 

La inducción de embriogénesis somática requiere la combinación de una auxina y una citoquinina (la segunda en mayor proporción respecto a la primera), aunque es posible tal inducción con el uso de una citoquinina solamente (García y Menéndez-Yuffá 1987; Hatanaka et al. 1991). Gatica et al. (2008a) evaluaron el efecto del triacontanol (TRIA), un alcohol vegetal primario endógeno que incrementa el crecimiento y la productividad al elevar la producción de ATP y la fotosíntesis, observando que la combinación del TRIA con ácido indolacético (AIA) aumenta la formación de embriones somáticos en C. arabica cvs. Catuaí y Caturra. Otro factor importante en la producción de embriones somáticos es la concentración de CO2;   Barbón et al. (2008) estudiaron el efecto de este gas en la embriogénesis somática de C. arabica cv Caturra Rojo, reportando que la concentración más baja probada (2,5%) estimuló la producción de embriones somáticos y su diferenciación en suspensiones celulares embriogénicas. Explicaron que este efecto se debe a que el CO2 modifica el pH del medio.

 

            Los embriones formados por embriogénesis somática pasan por los mismos estadios que los embriones cigóticos: globular, corazón y torpedo, y la diferenciación es asincrónica ya que suelen observarse las tres formas de embriones simultáneamente sobre la superficie del callo. Los embriones del tipo torpedo, a punto de entrar al estado cotiledonar, pueden dar origen a embriones somáticos secundarios que se observan en la zona basal del hipocotilo, lo que es indicativo del alto potencial de regeneración de este cultivo (Menéndez-Yuffá y García 1997). Por otra parte, en estudios sobre expresión de proteínas, se han reportado diferencias en los patrones electroforéticos de callo embriogénico y no embriogénico, así como entre embriones globulares, corazón y torpedo; esto sería indicativo de una expresión diferencial de proteínas que estaría correlacionada con diferencias histológicas a nivel de callo y con las distintas fases de desarrollo de los embriones somáticos (Menéndez-Yuffá et al. 1994).

 

            En cuanto a la adaptación a tierra de las plantas obtenidas in vitro, se ha señalado que tal adaptación es exitosa  y que el crecimiento es igual al de las plantas obtenidas a partir de semilla (Peña 1983; Peña y Serna 1984). Sin embargo, Barry-Etienne et al. (2002)  indican que la fase de aclimatación ex vitro puede ser problemática y ocasionar  pérdidas. Es posible que esto se relacione al uso excesivo de reguladores de crecimiento, lo que a su vez pudiera causar alteraciones en el material genético de las vitroplantas y afectar negativamente el proceso de adaptación ex vitro. Al respecto, Menéndez-Yuffá y García (1998) estudiando el material genético de plantas obtenidas in vitro, encontraron que en casi el 80% de las células analizadas la mitosis ocurría en forma normal; pero hubo un bajo porcentaje con alteraciones en el número cromosómico, lo cual es desfavorable para la conservación de las características de las plantas y pudiera estar involucrado en las pérdidas durante la adaptación ex vitro.

 

            También se ha establecido con éxito el cultivo en suspensión, en el cual se generan embriones somáticos en gran escala y se producen metabolitos secundarios (Zamarripa 1991; Menéndez-Yuffá y García 1998); las suspensiones celulares ofrecen ventajas como sistema de propagación masiva de plantas por las altas tasas de multiplicación que presentan, una mayor homogeneidad en las condiciones de cultivo y la posibilidad de automatización (Hermoso-Gallardo y Menéndez-Yuffá 2000). La automatización llevó al desarrollo del Sistema de Inmersión Temporal o RITA, concebido por el CIRAD, en el cual el contacto de los explantes con el medio de cultivo líquido se reduce a pocos minutos por día, lo que permite eliminar desórdenes fisiológicos ligados a la inmersión permanente propia de los biorreactores clásicos y los frascos Erlenmeyer, incluyendo el desarrollo asincrónico de la población de embriones, anomalías morfológicas y heterogeneidad del tamaño; mediante este sistema, para C. arabica,  se ha señalado la obtención de 7500 a 15000 plantas aclimatadas por gramo de suspensión embriogénica puesto a regenerar después de 9 meses de cultivo, de los cuales 6 transcurrieron in vitro (Etienne et al. 1999).

 

Cabe destacar que el cultivo in vitro es muy importante para la preservación del germoplasma, considerando que las semillas de café pierden viabilidad con el tiempo. El desarrollo e implementación de esta técnica permite mantener el germoplasma en espacios reducidos, facilita su transporte y reduce los riesgos fitosanitarios (Menéndez Yuffá y García 1998). Además, el cultivo de tejidos in vitro es pilar fundamental para la regeneración y, en consecuencia, el éxito del mejoramiento vegetal mediante transformación genética. En el caso particular de la embriogénesis somática secundaria, la formación de embriones somáticos secundarios a partir de tejidos potencialmente transformados (callo embriogénico, embriones torpedos y hojas de vitroplantas) es interesante, no solo desde el punto de vista regenerativo, sino también por la posibilidad de eliminar fenómenos de expresión genética en mosaico, lo cual, según Bastar et al. (2004) se refiere a que células individuales en tejidos vegetales transformados poseyendo la misma constitución genética y aparentemente la misma información tejido específica, expresen silenciamiento del gen en una parte del tejido. Tal posibilidad tendría lugar considerando el origen unicelular de los embriones, la formación de embriones secundarios a partir de células potencialmente transformadas y la regeneración de plantas a partir de estos embriones secundarios (las cuales, en consecuencia, expresarían al transgen uniformemente).

            Esto pone en evidencia la importancia de la embriogénesis somática secundaria en los programas de mejoramiento vegetal a través de métodos de transformación genética, puesto que las plantas transgénicas pueden ser propagadas   masivamente   a   partir   de   tejidos potencialmente transformados, manteniendo su fidelidad genética (Fernández et al. 2005).

 

Características de la transformación genética del café

 

A pesar del éxito reportado en relación a la introducción de genes foráneos (reporteros y/o de selección) en café por distintos investigadores utilizando diferentes métodos de transformación, el registro de regeneración del material transformado y la obtención de plantas transgénicas es limitado. Es solo en los últimos años, después de diferentes pruebas y modificaciones que se han realizado en las distintas metodologías, cuando se ha logrado la regeneración del material sometido a transformación genética.

 

Los estudios sobre transformación genética de café se han llevado a cabo mediante métodos biológicos  (Agrobacterium) y métodos físicos (polietilenglicol, electroporación y biobalística) con la finalidad de estandarizar los parámetros de transformación y de introducir genes para la resistencia a antibióticos, herbicidas y plagas.

 

Genes foráneos introducidos en café

           

Los genes introducidos en café para la evaluación de métodos de transformación genética, son  básicamente de origen bacteriano (gus, nptII, hpt, bar, rol, aux, nos, cry1ac), aunque también se han empleado genes de origen vegetal (csr 1).

 

            El gen gus o uida obtenido de Escherichia coli es utilizado como gen reportero, ya que permite monitorear a corto plazo el resultado del procedimiento de transformación genética, a partir de la producción de color en los explantes transformados consecuencia de la acción de la enzima b-glucuronidasa (codificada por dicho gen) sobre su sustrato, el X-gluc (5-bromo-4-cloro-3-indolyl-glucurónido). La prueba de expresión transitoria de este gen reportero se ha realizado mediante la reacción histoquímica GUS, según el protocolo descrito por Jefferson et al. (1987). Esta reacción ha sido empleada  en estudios de estandarización a partir de la expresión transgénica transitoria. Tales pruebas de estandarización son la base para la puesta a punto de un protocolo de transformación eficiente donde se ha maximizado la cantidad de células competentes en las que ocurren, de manera simultánea en una misma célula, tres procesos necesarios para obtener una planta transgénica: transferencia del transgen al interior de la célula, integración del transgen al ADN celular y regeneración de una planta completa en la que se verificaron los pasos anteriores (Díaz et al. 2004). Esto es muy importante considerando que células y explantes de distinto genotipo, e incluso explantes diferentes de un mismo genotipo, tienen diferente competencia o capacidad de respuesta para cada uno de los procesos mencionados. Al respecto, Gahakwa et al. (2000) señalan que con diversas especies vegetales, especialmente de interés agronómico, se han realizado pruebas de transformación con genes marcadores y reporteros, lo cual constituye en la mayoría de los casos el primer paso para la transformación con genes de interés; estas pruebas proveen información útil sobre la herencia y expresión de los genes utilizados en plantas transgénicas, pero es importante confirmar si los resultados obtenidos usando genes marcadores o reporteros pueden ser extrapolados a genes agronómicamente importantes. Estos autores, trabajando con arroz y utilizando genes marcadores (bar), reporteros (gus) y con actividad insecticida (cry1ac, cry2a) encontraron que tales resultados eran extrapolables. Igualmente, Chen et al. (1998) reportaron una correlación positiva entre expresión transitoria e integración estable con el uso del bombardeo de micropartículas. Por su parte, Tian y Seguin (2004) explican que la relación entre expresión transitoria e integración estable de genes introducidos no es simple y que si bien la expresión transitoria no es el único factor determinante para la transformación estable, constituye el de mayor peso, por lo que los resultados de pruebas de expresión transitoria son frecuentemente utilizados como indicadores para el desarrollo de transformación estable en muchas plantas y tejidos.

 

             Los genes nptII y hpt se han usado como marcadores de selección en base a la resistencia a antibióticos. El primero proviene de E. coli y codifica a la enzima neomicina fosfotransferasa, la cual confiere resistencia a la kanamicina y la paramomicina. Este gen fue colocado bajo el control de un promotor no funcional en bacterias, a pesar de lo cual es un sistema de selección altamente eficiente; esto le confiere ventajas a nivel de bioseguridad en comparación a otros genes de resistencia bajo el control de promotores funcionales en bacterias, ya que se elimina el riesgo de expresión o de flujo genético horizontal de genes de resistencia a antibióticos desde la planta transgénica a las bacterias entéricas o del suelo. Libiakova et al. (2001) insertaron el intrón IV2 de un gen de papa en el centro de la secuencia codificante nptII para prevenir la expresión de este gen procariota  en bacterias entéricas y animales domésticos como consecuencia del  flujo genético desde las plantas transformadas. Dicho intrón contiene numerosos codones de terminación que, entonces, interrumpen el marco de lectura abierto de nptII. También se ha señalado que este gen no es alergeno (Courvalin 1998). Por su parte, el gen hpt codifica a la enzima higromicina fosfotransferasa y confiere resistencia a la higromicina; proviene de la bacteria Streptomyces hygroscopicus.

 

            Los genes bar, pat y csr1-1 confieren resistencia a herbicidas. Los primeros provienen de S. hygroscopicus y S. viridochromogenes, respectivamente, y codifican a la enzima fosfinotricina acetiltransferasa para la resistencia al glufosinato de amonio,  herbicida conocido como Basta o Bialaphos; el tercero, también llamado ahas, ha sido aislado de Arabidopsis thaliana y confiere resitencia al herbicida clorosulfurón  a partir de la enzima acetolactatosintetasa.

 

            El gen nos proviene de A. tumefaciens  y los genes rol y aux  provienen de A. rhizogenes ; se han usado como marcadores de selección de transformantes a partir de la morfogénesis.

 

            Para la resistencia a lepidópteros, como el minador de la hoja del café Leucoptera coffeella, se ha utilizado el gen cry1ac aislado de Bacillus thuringiensis. En el caso particular de esta plaga, considerada como la de mayor infestación del café arábigo (Mondragón et al. 2004) es de gran interés la transformación genética para su control, ya que el daño es producido en la fase de larva, la cual tiene un desarrollo endocárpico estricto, por lo que el rocío de formulaciones químicas pierde practicidad. Además, se ha señalado que la proteína codificada por el gen cry1ac es un biopesticida específicamente tóxico para larvas de lepidópteros, inocua para el ambiente y otros seres vivos, a diferencia del control químico que tiene un amplio rango de acción y efectos contaminantes considerables (Guerreiro et al. 1998). La secuencia codificante nativa del gen cry1ac ha sido modificada mediante técnicas de Ingeniería Genética para favorecer su expresión en plantas; esta modificación consistió en el aumento del contenido de pares de base G+C, de 37% a 47,7%, con lo que  se incrementó la homología entre el gen y el genoma vegetal, sin alterar las características del producto final del gen (Sardana et al. 1996).

 

            En relación al control de la maduración del grano de café, proceso fundamental a nivel de la calidad y el valor del producto, se han clonado dos genes que codifican enzimas involucradas en la síntesis de etileno, la amino 1-ciclopropano carboxílico sintetasa o ACC sintetasa y la amino 1-ciclopropano carboxílico oxidasa o ACC oxidasa, los cuales se perfilan como elementos claves para el establecimiento de sistemas de transformación genética de café con el objetivo de controlar el proceso de maduración del grano (Pereira et al. 2005). Respecto a la tolerancia a estrés abiótico (condiciones de sequía, salinidad, fitotoxicidad por metales y frío,) se han producido plantas transformadas con factores de transcripción que inducidos por cualquiera de estas condiciones activan una familia de genes que incrementan la tolerancia del café; esta familia incluye los genes cor15a, cor6.6, rd29A, kin1 y rd17 (Kasuga et al. 1999).

 

Promotores y terminadores

 

            Los genes introducidos al café en los estudios de transformación genética han sido colocados bajo el control de promotores constitutivos, como el CaMV35S y EF1α. Es importante considerar que a pesar de que los promotores constitutivos actúan en todos los tejidos, cada vez que se insertan genes regulados por este tipo de promotores se observan diferencias en cuanto a la especificidad para el tejido o el grado de expresión de los genes bajo su control. En consecuencia, aún cuando se activan los genes, no siempre se activan en el mismo grado en todos los tejidos (Rodríguez y Chamberlin 1982). El EF1α ha sido obtenido de A. thaliana. El más utilizado ha sido el promotor 35S del virus del mosaico de la coliflor (CaMV35S), considerado como un promotor fuerte  (también puede regular la expresión genética en organismos no relacionados). El CaMV es el principal miembro de los caulimovirus, que además son los únicos virus vegetales conocidos que poseen ADN de doble cadena. Ha mostrado ser menos eficiente en la transformación de monocotiledóneas del tipo cereales, en las cuales han resultado más efectivos los promotores Act I de arroz y Ubi I de maíz. El efecto contrario se ha reportado para monocotiledóneas no cereales, donde la efectividad del promotor CaMV35S incrementa considerablemente cuando se le emplea duplicado (Kanno et al. 2000). En este sentido, la duplicación de dicho promotor parece tener un efecto intensificador sobre su función a nivel de expresión. A pesar de que el promotor CaMV35S es, al parecer, más fuerte que otros promotores constitutivos, los promotores Act I y Ubi I tienen la ventaja, desde el punto de vista de la bioseguridad, de ser de origen vegetal; algunos investigadores también han reportado que, si bien el número de transformantes iniciales obtenidos con el promotor CaMV35S es más elevado que con el Ubi I o el Act I, con el primero pudiera ser igualmente mayor el eventual silenciamiento observado (Dahleen et al. 2001).

           

Leroy et al. (2000) trabajando en transformación de café utilizaron el promotor CaMV35S duplicado, con lo cual reportaron un efecto intensificador en la regulación de la expresión del gen csr1-1 aislado de A. thaliana, el cual confiere resistencia al herbicida clorosulfurón, que fue usado como marcador de selección. También usaron el promotor EF1a de A. thaliana, cuya eficiencia ya había sido probada por Van Boxtel et al. (1995), junto con la secuencia intensificadora llamada W´ derivada del virus del mosaico del tabaco. Sin embargo, la eficiencia de transformación fue mayor con el promotor CaMV35S duplicado. 

 

Por su parte, Van Boxtel (1994) y Van Boxtel et al. (1995), colocaron al gen reportero gus bajo el control  de los promotores EF1a, CaMV35S y Ubi I de maíz, encontrando un incremento de la expresión transitoria con el primero, en comparación a lo observado con los otros dos.

 

También se han realizado ensayos con promotores propios del café, incluyendo el promotor de la α-tubulina  (nro. de accesión al Genbank  AF363630) y de la proteína de almacenamiento 11S de C. arabica (nro. de accesión al Genbank  AF055300), para dirigir la expresión del gen gus en suspensiones celulares transformadas por biobalística, obteniéndose resultados similares en comparación a la expresión observada al utilizar el promotor CaMV35S, pero con las ventajas que ofrece el uso de secuencias propias de la planta al nivel de bioseguridad (Rosillo et al. 2003).

 

En cuanto a las secuencias terminadoras, se ha utilizado frecuentemente el terminador de la nopalina sintetasa NOS de Agrobacterium.

 

Métodos utilizados en la transformación genética de café

 

            Como se mencionó, la transformación genética de café se ha llevado a cabo mediante métodos físicos y biológicos que incluyen Agrobacterium, polietilenglicol, electroporación y biobalística.

 

            De Peña (1995) y Carneiro (1999) hacen referencia a la transformación de protoplastos de C. arabica cv. Colombia mediante tratamiento con polietilenglicol, registrándose expresión transitoria del gen reportero gus y resistencia a la kanamicina a partir de la expresión del gen nptII utilizado como marcador de selección. Sin embargo, no se reporta regeneración de plantas transformadas. Esto probablemente se deba a la vulnerabilidad de los protoplastos; en este sentido, Díaz et al. (2004) explican que el cultivo de protoplastos es la metodología más sofisticada del cultivo in vitro de plantas por lo cual representa gran complejidad experimental,  no estando disponible más que para algunas especies y, dentro de ellas, particularmente en genotipos modelo. Por ello se desarrollaron metodologías alternativas de transformación directa, como electroporación y bombardeo de micropartículas o biobalística.

 

            La transformación de protoplastos de café también se ha llevado a cabo mediante electroporación.  Barton et al. (1991) electroporaron protoplastos de C. arabica, reportando la obtención de embriones somáticos transformados y la regeneración de plantas que fueron seleccionadas en base a la resistencia a kanamicina. Sin embargo, estas plántulas no sobrevivieron debido a un sistema radicular pobremente desarrollado. Van Boxtel (1994) señala la expresión del gen gus en distintos genotipos electroporados de café, pero sin la sobrevivencia del material regenerado. Por otra parte,  Fernández y Menéndez (2003) optimizaron los parámetros de transformación de tejidos intactos de café mediante electroporación, reportando la regeneración del material transformado con resultados positivos en la reacción GUS y en la PCR para los genes introducidos (gus y bar); los mejores resultados fueron obtenidos al electroporar embriones torpedos que previamente fueron tratados para la digestión parcial de la pared celular.

 

            La transformación por biobalística se ha llevado a cabo con los genes gus, bar y ahas, con resultados positivos en la expresión transitoria del gen gus y en la PCR para los genes introducidos. Van Boxtel et al. (1995) evaluaron los parámetros de transformación de café mediante biobalística en base a la expresión transitoria del gen reportero gus. Ellos probaron varios explantes (callo, suspensiones celulares, hojas de vitroplantas y de plantas de invernadero, embriones somáticos y suspensiones celulares); también probaron el efecto de incubaciones pre bombardeo con antioxidantes (cafeína, polivinilpirrolidona y sulfito de sodio) y post bombardeo con auxinas en la expresión transitoria de dicho gen. Ninguno de los antioxidantes probados favoreció tal expresión. Los mejores resultados los obtuvieron al usar hojas de vitroplantas, dadas las características morfológicas y regenerativas de este explante. La incubación post bombardeo en medio líquido suplementado con una auxina favoreció tanto la recuperación del material bombardeado como la expresión del gen gus, debido a una reducción en la oxidación y la necrosis tisular. Se ha señalado que esta incubación disminuye la oxidación del tejido después del bombardeo al disminuir la liberación de polifenoles y favorecer la recuperación frente al daño mecánico sufrido; también puede realizarse antes del bombardeo, como un pretratamiento osmótico dirigido a facilitar la penetración de las micropartículas. La incubación en medio líquido posterior al procedimiento de transformación también fue señalada como favorable por Fernández y Menéndez (2003) en la recuperación y regeneración de explantes de café transformados por electroporación, al permitir un mejor intercambio gaseoso, uniformidad en la disponibilidad de nutrientes y rápida incorporación de estos y otros metabolitos a las células, así como la difusión al medio de compuestos fenólicos que pudieran interferir negativamente en la activación del potencial embriogénico del tejido.

 

Rosillo et al. (2003) bombardearon suspensiones celulares de C. arabica cv. Colombia con plásmidos de la serie pCAMBIA (Centre for the Application of Molecular Biology to International Agriculture-Canberra, Australia), variando parámetros físicos en la pistola de bombardeo (distancia hasta el explante y presión de helio) y la duración y concentración de tratamientos osmóticos prebombardeo. Reportan expresión transitoria del gen reportero gus, la cual incrementó considerablemente en el material preincubado durante 4 horas con manitol y sorbitol, bombardeado a 900 psi  con una distancia de 9 cm o 1550 psi con 12 cm de distancia. Sin embargo, no reportan la regeneración de plantas. Gatica-Arias et al (2008b) también bombardearon agregados de suspensiones celulares  de C. arabica cvs Caturra y Catuaí con el gen gus, y lograron la regeneración vegetal via embriogénesis somática indirecta.

 

Barros et al. (2001) realizaron la transformación mediante biobalística de embriones cigóticos de C. arabica con el gen ahas, logrando la selección del material transformado en base a la resistencia al herbicida Imazapyr, pero tampoco lograron la obtención de plantas.

 

Cunha et al. (2004) señalan la transformación de callo embriogénico de C. arabica utilizando los genes gus y nptII, con la selección de callo transformado en base a la resistencia a kanamicina y la regeneración de plantas que fueron positivas en la expresión transitoria del gen reportero y en la PCR para los genes foráneos. Ribas et al. (2005) también reportan la regeneración de plantas resistentes al herbicida Basta, a partir del bombardeo de explantes de C. canephora con los genes gus y bar.

 

En cuanto a la transformación por Agrobacterium, se han utilizado las especies tumefaciens y rhizogenes, utilizando genes propios de estas bacterias, así como foráneos (gus, nptII, hpt, csr1 y cry1ac).  Ocampo y Manzanera (1991) lograron la infección de hipocótilos de C. arabica germinados de semillas in vitro con A. tumefaciens, sin la regeneración de plantas.  Spiral et al. (1993) transformaron embriones somáticos torpedos de C. canephora (a los que se les hizo cortes superficiales con un bisturí) usando A. rhizogenes portando los genes gus y bar; reportaron la obtención de plantas positivas en la prueba histoquímica GUS y en la PCR para los genes mencionados. Sugiyama et al. (1995) reportaron la transformación de café con el gen rol de A. rhizogenes, cuya presencia en los tejidos transformados fue confirmada mediante PCR; sin embargo, no lograron la regeneración de plantas. Hatanaka et al. (1999) transformaron callo embriogénico de C. canephora y  Leroy et al. (2000) transformaron distintos explantes de C. arabica y C. canephora con A. tumefaciens portando los genes gus, nptII, cry1ac y csr1, logrando la regeneración de plantas con evaluación positiva a nivel de expresión transitoria GUS y PCR  y Southern Blot para los genes involucrados. Kumar et al. (2006) describen la transformación de C. canephora con A. rhizogenes portando los genes gus y hpt, logrando la regeneración  del material transformado sin el fenotipo de raíz en cabellera y con evaluación positiva para la resistencia al agente de selección, la prueba histoquímica GUS y mediante PCR. Por su parte, Alpizar et al. (2008) transformaron C. arabica utilizando A. rhizogenes y observaron la integración de los oncogenes rol y aux del T-DNA del plásmido Ri en la evaluación de la transformación por PCR.

 

Selección del material transformado

 

            Esta selección se produce generalmente a partir de un gen marcador de resistencia a un antibiótico o a un herbicida, el cual cumple un papel muy importante en el proceso de transformación genética, ya que le confiere a las células transformadas, con respecto a las no transformadas, la ventaja de crecer en presencia del agente de selección correspondiente. Como algunas especies pueden poseer resistencia natural a un agente de selección dado, es importante escoger el agente y la magnitud de la presión selectiva adecuados para la especie de interés, independientemente del sistema de transformación que se utilice.

 

            Van Boxtel et al. (1997) evaluaron el efecto de 5 agentes de selección, incluyendo resistencia a herbicidas y a antibióticos (clorosulfurón, glifosato, glufosinato de amonio, higromicina y kanamicina) en explantes de diferentes genotipos de café. Encontraron  que  100 mg L-1 de kanamicina y 3 mg L-1 de glufosinato inhibieron el crecimiento de suspensiones embriogénicas de C. canephora. Concentraciones mayores a 90 mg L-1 de glifosato no inhibieron el crecimiento del callo o de las suspensiones. Con la kanamicina la inhibición fue variable, mientras que la higromicina y el clorosulfurón causaron una fuerte necrosis en callo. Concluyeron que la sensibilidad a los agentes selectivos era genotipo dependiente y que el glufosinato de amonio era el agente más efectivo en la inhibición de la formación y crecimiento de callo en secciones foliares de C. arabica, Arabusta (híbrido de C. arabica y C. canephora cv. Robusta) y C. canephora, con ausencia de necrosis tisular; Arabusta mostró la mayor resistencia a los distintos agentes probados, en tanto que C. canephora mostró la mayor sensibilidad.

            Giménez et al. (1996) evaluaron el nivel de resistencia a kanamicina de distintos explantes de C. arabica. Encontraron que 25-30 mg L-1 del antibiótico inhibían la germinación de los embriones y que las hojas se afectaban con concentraciones más bajas,  mientras que las suspensiones celulares eran prácticamente insensibles (la inhibición se observó en concentraciones superiores a los 300 mg L-1). Para el callo, la inhibición se observó al utilizar 100 mg L-1 de kanamicina. Los autores concluyeron que el gen nptII puede ser utilizado como marcador de selección efectivo en hojas y embriones somáticos de C. arabica, realizando la selección en medio solidificado con agar. Por su parte,  Hatanaka et al. (1999) y Ogita et al. (2004) emplearon exitosamente la higromicina como agente selectivo de embriones somáticos transformados. Leroy et al. (2000) seleccionaron tejido embriogénico transformado en base a la resistencia al herbicida clorosulfuron y Ribas et al. (2005) en base a la resistencia al glufosinato.

 

            En cuanto a selección positiva, Samson et al. (2004) evaluaron la capacidad de crecimiento de distintos genotipos de café  en medios con manosa o xilosa como fuente de carbono. Observaron el crecimiento y la formación de embriones somáticos en presencia de manosa, pero no en presencia de xilosa, lo cual señala al gen de la xilosa isomerasa xyla de Streptomyces rubiginosus como un posible marcador de selección positiva en el mejoramiento de café mediante transformación genética. Este gen ya ha sido utilizado con éxito en sistemas de transformación de papa, tabaco y tomate (Bailey y Kaeppler, 2001).

 

Contenido de cafeína e ingeniería genética

 

      La ingeniería genética también ha sido utilizada para modificar el contenido de cafeína, lo cual es importante considerando la sensibilidad de algunos consumidores a este alcaloide y que el café descafeinado ha superado el 10% del café comercializado en el mundo (Silvarolla et al. 2004; NCA 2009). Ogita et al. (2003) utilizaron la tecnología del ARN de interferencia ARNi para la obtención de plantas transgénicas con una tasa de síntesis de cafeína reducida. Las funciones fisiológicas del sistema ARNi son variadas; actúa como un mecanismo importante en la regulación de la expresión genética endógena, en el mantenimiento de la población de células madre embrionarias por medio de procesos desconocidos, como sistema de defensa contra virus, control de transposones o elementos genéticos anómalos, a nivel terapéutico para silenciar ARNm virales y oncogénicos, como herramienta de estudio de la función celular y en la identificación de genes esenciales en procesos celulares (Ruíz y Muñoz, 2005).  Ogita et al. (2003) mediante esta técnica inhibieron la expresión de un  gen (CaMXMT1) que codifica a una de las enzimas N-metiltransferasas (theobromine synthasa) involucrada en la biosíntesis de la cafeína, utilizando 2 vectores ARNi idénticos con el fragmento espaciador del gen gus bajo el control del promotor CaMV35S y el terminador de la nopalina sintetasa NOS.  En C. canephora el contenido final de cafeína se redujo por encima del 70% y en C. arabica entre un 65-85%.

 

Pruebas en campo de plantas transgénicas de café

 

            El primer reporte de plantas transgénicas de café con una característica agronómicamente importante (resistencia al minador de la hoja del café) probadas en invernadero y en campo ha sido realizado por Leroy et al. (2000). En invernadero realizaron bioensayos, exponiendo las plantas seleccionadas en base a la resistencia al agente de selección, la detección de la proteína cry1ac en extractos foliares mediante Western Blot y la evaluación positiva a nivel de ADN (PCR y Southern Blot), a las larvas del insecto, encontrándose una considerable reducción en el número de minas y en la defoliación en las plantas transgénicas, en comparación a lo observado en las no transgénicas (plantas controles). Las plantas que mostraron alta resistencia al minador en las pruebas realizadas en invernadero, fueron seguidamente evaluadas en campo en la Guayana Francesa durante 4 años consecutivos, encontrándose que el 70% de las plantas fue resistente a la plaga en estas condiciones. No se evidenciaron diferencias entre el crecimiento de estas plantas con respecto al de las plantas controles durante el periodo de estudio. Sin embargo el experimento fue interrumpido forzosamente debido a la acción de grupos ecologistas (CIRAD 2001; Perthuis et al. 2005).

 

            Actualmente no existen medidas regulatorias internacionales para café modificado genéticamente. Sin embargo, hay un amplio consenso en la industria cafetalera para evitar su comercialización e incentivar la investigación y búsqueda de conocimiento en relación con el genoma de café, incluyendo el análisis funcional de sus genes mediante el uso de metodologías transgénicas (Etienne et al. 2008).

 

 

CONCLUSIÓN

 

La Ingeniería Genética ha permitido ampliar el campo del mejoramiento vegetal a partir del manejo y la transferencia de genes de interés, aplicándose especialmente en plantas de importancia agronómica y comercial, como el café. Esta planta ha sido la base de estudios y pruebas que incluyen el cultivo in vitro y la transformación genética con métodos físicos y biológicos, logrando la expresión de genes foráneos (de origen vegetal y bacteriano) y la modificación de la expresión de genes endógenos (como los que regulan la maduración del grano y el contenido de cafeína). El fruto de estas investigaciones puede ser utilizado para incrementar la producción, el rendimiento y la calidad de esta planta de gran demanda internacional, e incluso para estimular y potenciar su cultivo en países con tradición cafetalera, como Venezuela. Sin embargo, es necesaria la creación de un marco legal y de regulación nacional e internacional para el café transgénico, de manera que ninguno de los eslabones de la industria cafetalera, desde el cultivo como tal, pasando por los pequeños, medianos y grandes productores, hasta llegar al consumidor, se vean perjudicados.

 

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