Revista Científica UDO Agrícola Volumen 9.
Número 2. Año 2009. Páginas: 295-303
Efecto de reguladores de crecimiento sobre el epicarpo, mesocarpo y
sólidos solubles totales del fruto de melón (Cucumis melo L.) cv. Edisto 47
Effect of growth regulators on the epicarp, mesocarp
and total soluble solids of muskmelon (Cucumis
melo L.) fruit cv. Edisto 47
Nelson José
MONTAÑO MATA y Jesús Rafael MÉNDEZ NATERA
Universidad
de Oriente. Escuela de Ingeniería Agronómica. Departamento de Agronomía.
Maturín. 6201. estado Monagas. Venezuela. E-mail: nelmon@cantv.net Autor para
correspondencia
Recibido: 04/05/2009 |
Fin de primer arbitraje: 16/07/2009 |
Primera revisión recibida: 25/10/2009 |
Aceptado: 14/12/2009 |
RESUMEN
El contenido de sólidos solubles totales es empleado comercialmente como índice
de calidad del fruto por guardar una alta correlación positiva con el contenido
de azúcares. El objetivo fue evaluar el efecto de diferentes dosis de acido
índol acético (AIA) y ácido naftaleno acético (ANA) y épocas de aplicación
sobre el epicarpo, mesocarpo (parte comestible) y contenido de sólidos solubles
totales (SST) en el fruto de melón (Cucumis
melo L.) cv. Edisto 47. Las plantas
se asperjaron con AIA y ANA en las dosis de 0, 50, 100, 150 y 200 mg/l de cada
uno, a los 7, 14 y 21 días después de la floración (DDF). El diseño estadístico
utilizado fue parcelas subsubdivididas con tres repeticiones. Las parcelas
principales fueron las épocas de aplicación, las subparcelas las dosis de los
reguladores AIA y ANA y las subsubparcelas los reguladores. El AIA disminuyo el contenido de sólidos solubles
totales, el grosor del epicarpo y mesocarpo en el fruto de melón. Los
resultados mostraron que el tratamiento con ANA incrementó el grosor del
epicarpo (11,83 mm), contenido de sólidos solubles totales (8,74%) y
también incrementó el grosor de la parte
comestible del fruto (2,97 cm). Los resultados de este trabajo indican que la
aplicación de ANA, a los 14 días después de la floración podría ser utilizado
para incrementar el contenido de sólidos solubles totales y mejorar las propiedades físicas del fruto (grosor del
epicarpo y grosor del mesocarpo) en melón cultivar Edisto 47.
Palabras clave: Auxinas, Cucumis melo, melón, reguladores del crecimiento, sólidos
solubles totales. .
ABSTRACT
Total soluble solid content is
commercially used as fruit quality index because it has a high positive
correlation with sugar content. The objective was to evaluate the effect of
different doses of indole-3-acetic acid (IAA) and naphthalene acetic acid (NAA)
and periods of application on epicarp, mesocarp and total soluble solid content
of muskmelon (Cucumis melo L.) cv.
Edisto 47. Plants were sprayed with IAA and NAA at 0, 50, 100, 150 and 200 mg/l
ea at 7, 14 and 21 days after flowering (DAS). A split split plot design was
used with three replications. Main plots were the application period, the sub
plots were the IAA and NAA doses and the sub sub plots were IAA and NAA. IAA
decreased total soluble solid content, epicarp and mesocarp thickness of
muskmelon fruit. NAA increased epicarp thickness (11.83 mm), total soluble
solid content (8,74%) and fruit mesocarp thickness (2.97 cm). Results suggest
application of 100 mg L-1 NAA at 14 days after blooming could be
used to increase total soluble solid content and improve epicarp and mesocarp
thickness of muskmelon cv. Edisto 47.
Key
words: Auxins, Cucumis melo, muskmelon, growth regulators, total soluble solids.
INTRODUCCIÓN
El melón (Cucumis melo L.) es una hortaliza de gran aceptación a nivel
mundial. Es un fruto de mucha importancia en Venezuela, debido a que tiene una
alta demanda tanto en el mercado nacional como de exportación, constituyéndose
este aspecto un fuerte incentivo para la expansión de este cultivo olerícola.
En el país se ha alcanzado una producción de 207.512 t, distribuida en 9.850 ha
con un rendimiento promedio de 21.068 t/ha (FEDEAGRO, 2007).
Las características más importantes de un fruto
cosechado y enviado al mercado para consumo son el grosor del epicarpo, grosor
de la parte comestible (mesocarpo) y los grados de dulzura del fruto (sólidos
soluble totales), por supuesto, junto con otros caracteres adicionales como son el color, textura del epicarpo y mesocarpo y aromáticos (olor y sabor). Los frutos con epicarpo mejor
desarrollado, por lo general, soportan un mal manejo postcosecha y alargan la
vida del fruto. El mesocarpo del melón está formado por 85 a 90% de agua y el
resto por azúcares, sales minerales y vitaminas. El grosor del mesocarpo
además de ser controlado genéticamente, puede ser modificado con prácticas agronómicas. Sin embargo,
llega un momento que estas características no responden a estas prácticas
(Mitchell, 1940).
El
contenido de sólidos solubles totales es sinónimo de calidad interna, debido a
que los melones cosechados en estados inmaduros, no presentan su máxima
expresión de dulzura y el sabor de la pulpa, textura y aroma será de inferior
calidad (FUSAGRI, 1985; Bastardo, 1987;
Flores, 1994). Existe una relación directa entre el contenido de sólidos
solubles y la maduración de los frutos (Murneek, 1926; Crane, 1964). Hay muchas variaciones en la calidad del melón,
dependiendo del cultivar y la misma debe ser evaluada a través de varios
atributos (Kulfur et al., 2001). El
contenido de sólidos solubles totales es empleado comercialmente como índice de
calidad del fruto por guardar una alta correlación positiva con el contenido de
azúcares (Silva et al., 2003).
El azúcar es uno de los factores más importante que decide la
calidad de la fruta. El primer azúcar que se acumula en los tejidos de las
frutas es diferente entre las especies de frutas. Los resultados obtenidos del
fruto de melón (Kano y Mayamura, 2001; 2002), señalan que uno de los motivos
porque azúcares diferentes, se acumulan en las distintas frutas, se debe al
tamaño de la célula en las frutas
maduras, por ejemplo, los principales azúcares que se acumulan en las uvas son fructosa y glucosa (Matsui et al., 1979) y el tamaño de la célula
de la uva es de un máximo de 300 micrones
(Nakagawa y Naujon, 1965). A diferencia, la sacarosa es el principal azúcar que
se acumula en melones (Kano, 2002) y patilla (Kano, 1991) al momento de la
cosecha.
Se ha encontrado un gran número de células de tamaño aproximado a
600 micrones al momento de la cosecha en los frutos (Kano, 2000; 2002). Además, en los frutos de melón,
la glucosa y fructosa se acumulan en el estado inicial del desarrollo del fruto
cuando las pequeñas células están presentes, pero la sacarosa se acumula
rápidamente en el estado tardío de crecimiento en los frutos con células
grandes (Kano, 2002). Esto indica que el tipo de azúcar que se acumula en los
frutos está estrechamente relacionado al tamaño de la célula del fruto.
La calidad del fruto del melón está relacionada a los altos
niveles de azúcar interna y al buen
sabor (Seymour y Mc Glasson, 1993). En
la fruta del melón, la sacarosa
se acumula rápidamente en la última mitad del período crecimiento (Mizuno et al., 1971; Motomura et al., 1989). Muchos países adoptan los
valores de sólidos solubles totales (SST) como referencia de aceptación en el
mercado, con variación mínima de 8 a 10 ºBrix; entretanto, si sólo este
carácter fuera analizado como atributo de calidad se estaría cometiendo un
grave error (Menezes, 1996). Los SST, expresados como porcentaje de masa de
materia fresca, presenta correlación positiva con el contenido de azúcares y
por tanto, generalmente es aceptado como una característica importante de
calidad. Esa correlación, no obstante, no
es total, de modo que un alto contenido de SST no define adecuadamente buena
calidad del melón (Aulenbach
y Worhington, 1974; Yamaguchi et al., 1977). Melones
con alto contenido de SST no necesariamente sean de buena calidad, la ausencia
de alto contenido de SST indica baja calidad del fruto (Bianco y Pratt, 1977). El contenido de SST ha sido usado como
indicador de calidad de otros frutos,
además del melón (Natale et al., 1995). El contenido de SST en melones reticulado y no reticulado
usualmente alcanza de 9-10% (Pratt, 1971; Sykes, 1990) y es un criterio usado para medir el
grado de comercialización del fruto de melón reticulado (USDA, 1968). La
dulzura es un carácter de calidad que limita la aceptabilidad del consumidor
del fruto de melón (Liang et al., 2002).
En general, todos los melones muestran un patrón similar de
acumulación de azúcar, con una rápida acumulación de azúcares cuando el fruto
alcanza su máximo tamaño (Seymour y Mc Glasson, 1993). Estudios relativos al
desarrollo del fruto han mostrado que el azúcar total, especialmente sacarosa,
se incrementa en el fruto de melón aproximadamente 15 días antes del
desprenderse totalmente (Mizuno et al.,
1971; Bianco y Pratt, 1977; Lester y Dunlap, 1985). Los contenidos relativos de
sacarosa, glucosa y fructosa cambian con la maduración del fruto. Mizuno et al., (1971) encontraron que partes
diferentes de la pulpa del melón tienen
diferentes composiciones de azúcar, es decir,
melones cosechados en estados inmaduros, no presentarán su máxima expresión de
dulzura, el sabor de la pulpa, textura y aroma será de inferior calidad (Bianco
y Pratt, 1971). Un promedio de 9% de sólidos solubles han sido señalados por
Bower et al., (2002) como la
calidad interna óptima de los melones.
La calidad de un fruto no puede evaluarse por una propiedad o factor de forma
aislada, sino por la combinación de todas las propiedades físico-químicas.
Algunos autores, señalan entre las formas de evaluar la calidad, es mediante la
determinación de las características sensoriales como el sabor, color y olor,
físicas, como consistencia, grosor y textura del mesocarpo y químicas, como el
contenido de azúcares (Burger et al.,
2003).
Se
han evaluado numerosas sustancias químicas en melón con el fin de incrementar
el contenido de sólidos solubles, pero sin mucho éxito
(Nickell, 1982). Ouzounidou et al.,
(2008), señalaron que la aplicación foliar de ácido giberélico (GA3), Cycocel
y Etefón en melón para evaluar
los efectos sobre las características de calidad, encontraron que el
contenido de fructosa, glucosa y sólidos
solubles se mantuvieron invariable. Con
el retardante del crecimiento se observó una disminución significativa en los
azúcares y SST. La menor acumulación de sólidos solubles en las plantas tratadas,
con el retardante podría ser consecuencia de la maduración atrasada, un hecho
que puede ser comprobado por el menor índice de maduración. Resulta conocida la influencia de los
reguladores del crecimiento en la regulación de eventos fisiológicos como la
floración, crecimiento del fruto, así como el grosor y color de la cáscara en
frutas de cítricos (Iqbal y Karcali, 2004). Ouzounidou et al., (2008) encontraron una disminución significativa en azúcares y contenido de
sólidos solubles con aplicación de AG3, Cycocel y Etefón en melón
cv. Galia. Sin embargo, ciertos autores han afirmado que las auxinas en
especial la α-ANA, regula
el flujo de metabolitos desde las hojas a los frutos en crecimiento durante el estado de desarrollo, aumentando
el número de frutos por plantas, y el peso de cada fruto. El objetivo de este trabajo
fue evaluar el efecto que las auxinas ácido indol-3-acético y ácido
naftalenacético ejercen sobre el grosor del epicarpo, mesocarpo y sólidos
solubles totales (SST) en frutos de
melón.
MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento se realizó en un suelo de textura franco arenosa,
pH 5,0 y contenido de materia orgánica 1,56% en la Estación Experimental
Hortícola de la Universidad de Oriente, Jusepín, estado Monagas ubicada a
9º 45’ LN y 63º 27’ LW con una temperatura medial anual de 27,3 ºC y una
altura de 147 msnm (Martínez, 1977) .
Se sembraron dos semillas de melón cv. Edisto 47 por punto, a una
profundidad de 2 cm; separadas a 50 cm y
entre surcos de 150 cm. El suelo
utilizado fue previamente preparado con un pase de arado y 4 pases de rastra,
con el último pase se incorporo cal agrícola, a razón de 500 kg ha-1, luego se
construyeron los surcos perpendicular a la pendiente del suelo. A los dos días
de la siembra se fertilizó con 12-24-12/3 MgO CP, a razón de 500 kg/ha. La
emergencia de las plántulas ocurrió a la semana de la siembra de manera
uniforme. A los 15 días, las plántulas se ralearon, dejando una sola. Treinta
días después de la siembra se reabono con fosfato diamónico y cloruro de potasio,
a razón de 200 kg/ha.
El diseño estadístico utilizado fue parcelas subsubdivididas con
tres repeticiones (Gomez y Gomez, 1984). Los tratamientos utilizados fueron los
reguladores del crecimiento: ácido-3-indolacético (AIA) y el α-naftalén
acético (ANA), las dosis de 50; 100; 150 y 200 mg/l, más un testigo 0 mg/l. Las
épocas de aplicación de los reguladores fueron 7, 14 y 21 días después de la
floración (DDF). Las parcelas principales fueron las épocas de aplicación, las
subparcelas dosis de los reguladores y las subsubparcelas los reguladores (AIA
y ANA). Cada tratamiento estaba
representado por tres hileras de 6 m de largo. El riego aplicado fue por
surcos, con una frecuencia de 4 a 5 días. A los setenta días después de la
siembra, se inició la cosecha, evaluándose 10 plantas en cada tratamiento por
bloque. Se seleccionaron cinco frutos representativos de cada tratamiento. Las
variables evaluadas del fruto fueron: grosor del epicarpo y grosor del
mesocarpo, los cuales se midieron mediante el uso de un vernier y el contenido
de sólidos solubles totales (SST) en los frutos de melón, determinado por
refractometría. Los datos fueron analizados estadísticamente mediante el
análisis de variancia y la separación de promedios se determinó a través de la
prueba de Rangos Múltiples de Duncan, al nivel de 5% de probabilidad (Reyes, 1980, Gomez y Gomez,
1984).
La
aplicación del AIA a los 7 y 21 DDF, no mostró diferencia
significativa con respecto a las dosis aplicadas y el testigo. Sin embargo, la aplicación de
este regulador en dosis de 200 mg L-1
a los 14 DDF, produjo frutos con el epicarpio más grueso (10,80 mm) que el
testigo (8,77 mm) y que los frutos
obtenidos en las dosis 100 mg L-1 (8,73 mm) y 150 mg
L-1 (8,27 mm). Las
dosis de AIA y las diferentes épocas de aplicación, no
presentaron diferencias estadísticas, con respecto al grosor del epicarpo
(Cuadro 1).
Cuadro 1. Prueba de
diferencias de promedios de la interacción regulador*dosis*época de
aplicación sobre el grosor del epicarpo (mm) del fruto en el cultivo melón. |
||||||||
|
|
Grosor del epicarpo del
fruto (mm) 3/ |
||||||
Regulador de |
Dosis |
Época de aplicación (DDF) 2/ |
||||||
crecimiento 1/ |
(mg L-1) |
7 |
14 |
21 |
||||
AIA
|
0 |
9,23 |
Aaxy |
8,77 |
Bax |
9,87 |
Aax |
|
AIA |
50 |
8,23 |
Aay |
9,73 |
Abax |
9,57 |
Aax |
|
AIA |
100 |
8,27 |
Aay |
8,73 |
Bax |
8,70 |
Aay |
|
AIA |
150 |
8,93 |
Aax |
8,27 |
Bax |
9,47 |
Aax |
|
AIA |
200 |
9,67 |
Aax |
10,80 |
Aax |
9,73 |
Aax |
|
ANA |
0 |
8,33 |
Cax |
9,67 |
Abax |
9,87 |
Aax |
|
ANA |
50 |
11,53 |
Abax |
10,90 |
Aax |
7,83 |
Bby |
|
ANA |
100 |
11,83 |
Aax |
9,57 |
ABbx |
10,50 |
Aabx |
|
ANA |
150 |
10,40 |
Abax |
8,80 |
Bax |
10,53 |
Aax |
|
ANA |
200 |
9,87 |
BCax |
9,57 |
Abax |
10,77 |
Aax |
|
1/
AIA = ácido
indol-3-acético y ANA
= ácido naftalenacético 2/
DDF = días después de la floración 3/ Prueba de ámbitos
múltiples de Duncan (α = 0,05). Letras mayúsculas para las comparaciones
verticales. Letras minúsculas (a, b) para las comparaciones horizontales.
Letras minúsculas (x, y) comparaciones entre reguladores en una misma dosis y
época. Letras iguales indican promedios estadísticamente iguales. |
||||||||
El
ANA aplicado a
los 7 DDF, en dosis de 50, 100 y 150
mg L-1 (11,53, 11,83
y 10,40 mm, respectivamente)
produjeron frutos con epicarpio
más grueso que el control (8,33 mm). Las plantas tratadas con
ANA 50 mg L-1 a los 21 DDF,
produce disminución del grosor del epicarpo (7,83 mm). Los melones con epicarpo más grueso se obtuvieron con ANA en
dosis de 50 y 100 mg L-1
(11,53 y 11,83 mm respectivamente). El tipo de fruto de melón ofrecido en Venezuela por las diferentes
compañías de semilla es variado, su calidad está influenciada por factores
ambientales y genéticos que afectan sus características fundamentales, tales
como: grado de malla, sólidos solubles, grosor y color de la pulpa y tamaño de
la cavidad (Soto et al., 1995).
Desde el punto de vista del manejo postcosecha de los
frutos, a mayor grosor del epicarpo, la resistencia de los frutos al transporte
y almacenamiento es mayor. Por lo tanto, es una característica deseable para la
exportación, pues los frutos resistirán al embalaje y llegaran a la mesa de los
consumidores en mejor estado comestible. La textura es el principal atributo
del fruto que tiene gran efecto sobre la percepción del consumidor en la
calidad del fruto. Diferentes factores afectan las propiedades textural del
fruto, entre ellas, la composición de los polisacáridos de la pared celular
(Harker et al., 1977; Barrett et al., 1998). Referente a la calidad
física de los frutos de melón, la textura de la pulpa es un parámetro decisivo
para su comercialización, debido a que incide directamente en la resistencia al
transporte y en la aceptación por parte del consumidor. Estas características
tienen efectos fisiológico y nutricional. Dinus y Macky (1974) afirman que la
textura del melón tipo cantaloupe es determinada principalmente por el tipo y
calidad de los constituyentes de la pared celular, destacándose el contenido de
pectina soluble y las estructuras de las hemicelulosas. Ésta característica es
la más usada para monitorear la fragilidad de los frutos, una vez que la
firmeza de la pulpa sufre alteraciones durante este proceso.
En este experimento la aplicación de AIA a los 7 y 21 días DDF no
incrementó el grosor del epicarpo con respecto al control. La aplicación a los 14 DDF, las dosis de 50 mg L-1 y 200 mg L-1 aumentó el grosor del epicarpo. Respuesta diferente fueron observadas para ANA,
donde la aplicación de este fitoregulador a los 7 DDF con las dosis 50 (11,53
mm); 100 (11,83 mm) y 150 mg L-1 (10,40 mm) aumento el grosor del epicarpo siendo superior
a los frutos obtenidos en el testigo. A los 14 DDF y 21 DDF en las dosis de 150 mg L-1 (8,80 mm) y 50 mg L-1 (7,83 mm) el grosor
del epicarpo fue reducido con respecto al control y los demás tratamientos. El
grosor del epicarpo de los frutos provenientes de las plantas tratadas con ambos
reguladores de crecimiento en este experimento fue mayor al
encontrado por Bastardo (1987) (7,4 mm), quien trabajo en introducción de cultivares de melón en la
zona de Jusepín.
Se puede deducir, que el uso del ANA por parte de la planta, en los
estados iniciales de post-antesis ayuda a la formación del epicarpo del fruto,
posiblemente aumentando el tiempo de la división celular para formar este
tejido o quizás aumentando el número de capas de células
que conforman este tejido. O como señalan Galston y Davis (1970) que las
auxinas, en particular el ANA no
sólo potencia la actividad cambial, sino que este proceso induce a la formación
de mayor cantidad de xilema y a un engrosamiento de las paredes celulares de
los constituyentes del xilema y las fibras del floema, por lo tanto incrementa
el número de células. La mayoría de los frutos crecen rápidamente en un período
de tiempo corto acompañado de un rápido aumento en el número de células y
después incrementa el tamaño de las células significativamente (Sinnott, 1939;
Kano, 1993). La auxina promueve el alargamiento celular (Thimann y Schneider,
1938; Adamson, 1962; Masuda, 1965; 1969). Igualmente Struckmeyer (1951) indica
que la aplicación foliar de α-naftalenacetamida
a plantas de cáñamo (Cannabis sativus L.) indujo a una gran
actividad cambial, con mayor engrosamiento de las paredes celulares y una
lignificación y un gran engrosamiento en las paredes de las fibras.
Espesor de la pulpa
(mesocarpo) del fruto (cm)
El
mejor grosor de la pulpa del fruto en ambos reguladores de crecimiento se
obtuvo en la dosis de 100 mg L-1
(2,83 cm) (Cuadro 2). Entre el resto de las dosis utilizadas y el control
no hubo diferencias estadísticas. No se observó diferencias en el grosor de la
pulpa de los melones obtenidos de las plantas tratadas con AIA, aplicado en las diferentes épocas después de la floración (Cuadro 3), el
mejor grosor del mesocarpo con el AIA se obtuvo a los
21 DDF (2,74 cm). Frutos con el mesocarpo más grueso se produjeron con el ANA,
en las plantas tratadas a los 7 DDF (2,79 cm) y 14 DDF (2,97 cm) sin diferencias estadísticas
entre ellos. Sin embargo, al aumentar los días entre aplicación (21
DDF) se observo una disminución del
grosor de la parte comestible (2,51 cm)
(Cuadro 3). Las plantas tratadas con ANA a los 14 DDF
produjeron frutos con el grosor (2,97 cm) de la pulpa mayor que las asperjadas con AIA
(2,59 cm) en la misma época (Cuadro 3).
En el AIA se observa una tendencia que a medida que aumentan los días después de la floración, incrementa en el grosor del mesocarpo 21 DDF
(2,74 cm). La
aplicación de ambos reguladores promovió un incremento en el grosor de la pulpa del fruto,
principalmente en las plantas tratadas con ANA a los 14 DDF (2,97 cm).
Cuadro 2. Prueba de diferencias de
promedios de la dosis del regulador del crecimiento dosis sobre el grosor
(cm) de la parte comestible (mesocarpo) del fruto en el cultivo melón. |
||
Dosis (mg L-1) |
Grosor del mesocarpo (cm) 1/ |
|
0 |
2,66 |
ab |
50 |
2,59 |
b |
100 |
2,83 |
a |
150 |
2,60 |
b |
200 |
2,76 |
ab |
1/
Prueba de
ámbitos múltiples de Duncan (α = 0,05). Letras iguales indican promedios
estadísticamente iguales. |
Cuadro 3. Prueba de diferencias de promedios de la
interacción época de aplicación*reguladores de crecimiento sobre el grosor
(cm) de la parte comestible (mesocarpo) del cultivo de melón. |
||
Época de |
Grosor del
mesocarpo (cm) 3/ |
|
aplicación |
Reguladores
de crecimiento 1/ |
|
(DDF)
2/ |
AIA |
ANA |
7 |
2,54 Ab |
2,79 Aa |
14 |
2,59 Ab |
2,97 Aa |
21 |
2,74
Aa |
2,51
Bb |
1/
AIA = ácido
indol-3-acético ANA
= ácido naftalenacético 2/ DDF = días
después de la floración 3/
Prueba de
ámbitos múltiples de Duncan (α = 0,05). Letras mayúsculas para las
comparaciones verticales. Letras minúsculas para las comparaciones
horizontales. Letras iguales indican promedios estadísticamente iguales. |
El resultado del grosor (2,97
cm) de la pulpa en
este experimente es mayor al obtenido por Bastardo (1987) (2,67 cm). Esto refuerza la idea que los reguladores afectan positivamente la
translocaciòn de los fotosíntatos desde las hojas hasta el sitio de
almacenamiento de los frutos. Igualmente las auxinas aumentan el crecimiento
celular, por acción sobre la plasticidad celular y control del potencial del
agua. Si a estas acciones de las auxinas se le agregan el incremento de la
división celular y el aumento de elementos del xilema, floema y tejido de
reserva, entonces resulta que las auxinas incrementan el grosor del mesocarpo
cuando son aplicadas en post-antesis (Gustafson, 1951). En el fruto de melón, las células aumentan rápidamente después del
cese de la división celular, 4 a 5 días después de la antesis (Masuda, 1970). El número de células grandes en los
frutos de melón se incrementa rápidamente en el estado intermedio del
desarrollo del fruto (Kano, 2002).
Las
hormonas juegan un papel importante en
los procesos fisiológicos que tienen lugar en la planta. Las auxinas participan
directamente en el crecimiento de las plantas a través de las respuestas
fisiológicas, tales como el alargamiento y división celular. Las auxinas
sintéticas son eficaces en mejorar el crecimiento del fruto (Faust, 1989 y
Westwood, 1993). La anchura del fruto depende a su vez de otros parámetros:
zona cortical, pulpa y cavidad central. Estos 3 caracteres tienen también una
clara influencia en el peso del fruto, pero su mayor interés estriba en que
determina un aspecto importante de la calidad del fruto como es la relación de
la parte comestible. Varios factores influencian el tamaño del fruto: la
polinización, condiciones climáticas durante la etapa inicial del desarrollo
del fruto, relación hoja-fruto y las prácticas culturales. El tamaño definitivo
del fruto depende del número de células presente en el fruto cuajado; número de
divisiones celulares que ocurre posteriormente y la extensión que las células
alcanzan. Las divisiones celulares durante el estado inicial del crecimiento
tienen mayor influencia en el tamaño definitivo del fruto (Westwood,
1993).
Sólidos solubles totales
(SST)
El
contenido de SST en el mesocarpo del fruto del melón no mostró variaciones
cuando se aplicó AIA, en las
diferentes épocas de aplicación
después de la floración (DDF) (Cuadro 4). El mayor contenido de sólidos
solubles totales (8,74%) se obtuvo en los frutos obtenidos en las plantas tratadas con ANA, a los 14 DDF. Sin embargo, las
plantas de melón tratadas con ANA, a los 7 DDF (6,81%) y 21 DDF (6,77%) presentaron bajos contenidos de SST. El
ANA aplicado a los 14 DDF
(8,74%) obtuvo el máximo valor
de SST. Estos valores están por
debajo del índice señalado por Bower et al., (2002) y Aulenbach y
Worthington (1974) de 9% para definir la calidad interna del melón tipo
reticulado y del contenido de SST (10,55
%) obtenido por Bastardo (1987). Sin embargo, es mayor al valor de 6,82 % en melón cv. Edisto obtenido por
Soto et al., (1995), quienes
evaluaron cultivares de melón con fines de exportación. También, supera el
contenido de SST (8,21%) determinado de la parte basal del fruto de melón
(próxima al pedúnculo) por Silva et al.
(2003).
Cuadro 4. Prueba de diferencias de promedios de la
interacción época de aplicación*reguladores de crecimiento sobre el contenido
de sólidos solubles totales del cultivo de melón. |
||
Época de |
Sólidos Solubles totales (%) 3/ |
|
aplicación |
Reguladores de crecimiento 1/ |
|
(DDF) 2/ |
AIA |
ANA |
7 |
7,73 Aa |
6,81 Bb |
14 |
7,70 Ab |
8,74 Aa |
21 |
7,59 Aa |
6,77 Bb |
1/ AIA = ácido
indol-3-acético ANA = ácido naftalenacético 2/ DDF = días después de la floración 3/ Prueba de ámbitos
múltiples de Duncan (α = 0,05).Letras mayúsculas comparaciones
verticales. Letras minúsculas comparaciones horizontales. Letras iguales
indican promedios estadísticamente iguales. |
Los resultados obtenidos en este ensayo sobre
el contenido de SST pueden deberse a varias razones. Maroto (1990) indicó que
un exceso de agua al momento de la cosecha pudo haber perjudicado la calidad del fruto. Lares (1991) reportó
que en melones cosechados antes de haber culminado el proceso de producción de
azúcar, el fruto es de inferior calidad y es rechazado por el consumidor. Según Hubbard et al.
(1990), factores nutricionales como deficiencia de potasio, reducen
drásticamente la fotosíntesis y consecuentemente, la acumulación de sacarosa en
el fruto, resultando de baja calidad. Para Bleinroth (1994), bajos valores de
SST pueden estar asociados al efecto de épocas de cosechas de los frutos sin el
completo desarrollo del tejido de abscisión y a la no ocurrencia del completo
desprendimiento del fruto del pedúnculo. Welles y Buitelaar (1988) señalan que
el contenido de sólidos solubles disminuye significativamente con la
disminución del área foliar, es decir, cuanto mayor es el área foliar de las
plantas, mayor también su capacidad fotosintética. En el cultivo de melón, la
dulzura y el aroma se acumulan en los
últimos días antes de la maduración de consumo, por lo tanto, es necesario
cosecharlo maduro, debido a que el melón es un fruto climatérico, para obtener
el aroma ideal (Hulme, 1971). La dulzura no aumenta durante el almacenamiento
en el fruto del melón debido a que este fruto no presenta mucha sustancia de
reserva. Nickell (1982) señala que
numerosas sustancias químicas han sido evaluadas en el intento de aumentar el
contenido de sólidos solubles en melón, pero sin éxito alguno.
CONCLUSIONES
El ácido
naftalenacético (ANA) en las dosis de 50, 100 y 150 mg L-1, aplicados a las plantas a los 7 DDF produjo frutos con el grosor del epicarpo más grueso (11,53; 11,83 y
10,40 mm, respectivamente). Además, hubo un incrementó en el grosor del
mesocarpo del fruto con la aplicación de ANA a los 7 y 14 DDF (2,79 y 2,97 cm,
respectivamente), mayor al grosor de la pulpa de los frutos obtenidos de las
plantas tratadas con ácido indol-3-acético (AIA), en las mismas épocas (7 y 14 DDF). Las distintas épocas de aplicación del AIA, no incidieron en el contenido de sólidos solubles totales de los
frutos. Tampoco afecto el grosor del epicarpo. En cambio, ANA aplicado a los 14 DDF incrementó el
contenido de sólidos solubles totales en los frutos de melón. El tratamiento de las plantas de melón con ANA a los 14 DDF podría ser
utilizado para mejorar las propiedades físicas del fruto (grosor del epicarpo y
del mesocarpo) e incrementar el contenido de SST en el fruto de melón cv. Edisto 47.
LITERATURA CITADA
Adamson,
D. 1962. Expansion and division in auxin-treated plant cells. Canadian Journal
of Botany 40: 719-744.
Aulenbach, B. B. and J. T.
Worthington. 1974. Sensory evaluation of muskmelon: Is a soluble solid content
a good quality index. Hort. Science 9 (2): 137-163.
Bastardo, J. 1987. Introducción de once cultivares de
melón (Cucumis melo L.) en la zona de Jusepín. Trabajo de Grado. Ing.
Agr. Universidad de Oriente. Escuela de Ingeniería Agronómica. Maturín. Venezuela. 59 p.
Barrett, D. M.; E. Garcia and J. E.
Wayne. 1998. Textural modification of processing tomatoes. Crit Rev Food Sci Nutr 38: 173-258.
Bianco, V. V. and H. K. Pratt. 1977. Compositional
changes in muskmelon during development and in response to ethylene treatment. Journal of the American
Society for Horticultural Science 102
(1): 127-133.
Bleinroth, E. W. 1994. Determinacao do ponto de
colheita. In: Melao para exportacao: Procedimentos
de colheita e pós-colheita. A. G. Netto (Ed). Brasília: FRUPE. 37 p.
Bower, J.; P. Holford, A.
Latché and J: C. Pech. 2002. Culture conditions and detachment of the fruit
influence the effect of ethylene on the climacteric respiration of melon.
Postharvest Biology and Technology 26 (2): 135-146.
Burger, Y.; U. Sa'ar, A.
Distelfeld, N. Katzir, Y. Yeselson, S. Shen and A. A. Schaffer. 2003.
Development of sweet melon (Cucumis melo)
genotypes combinig high sucrose and organic acid content. Journal Amer. Soc.
Hort. Sci. 128 (4): 537-540.
Confederación Nacional de
Asociaciones de Productores Agropecuarios (FEDEAGRO). 2007. Producción
agrícola. Disponible en: http://www.fedeagro.org/produccion/Rubros.asp. Fecha
de acceso: 12 de diciembre de 2008.
Crane, J. C. 1964. Growth substances in fruit setting and development. Ann. Rev. Plant Physiol. 15: 303-236.
Dinus, L. A and A.
C. Mackey. 1974. Chemical and physical attributes of muskmelon related to
texture. Journal of Texture Studies 5: 41-50.
Faust,
M. 1989. Physiology of Temperate Zone Fruit Trees. Wiley, New York. p. 169-234.
Flores, G. A. 1994. Foro ‘Hortalizas de exportación’, hechos y
perspectivas. VI Congreso Nacional de hortalizas. Universidad Central de
Venezuela. Maracay. Venezuela. 8 p.
Fundación Servicio para el Agricultor (FUSAGRI). 1985. Melón, patilla y
pepino. Serie petróleo y agricultura. Nº. 7. Maracay. Venezuela. p 16-19.
Galston, A. W. and
P. J. Davis. 1970. Control mechanisms in plant development. Practice. Hall. New
Yersey, inc Englewood Cliffs. p 124.
Gomez, K. A and A. A. Gomez.
1984. Statistical procedures for agricultural research. 2nd. Wiley & Sons. New York, USA. 690 p.
Gustafson,
F. G. 1951. Fruit development as influenced by growth hormones. In: Plant
Growth substance. Folke Skoog (ed.), University of Wisconsin Press. U.S.A.
Harker, F. R.; R. J. Redgwell, I. C.
Hallett, S. H. Murray and G. Carter. 1997. Texture of fresh fruit. Hortic Rev 20: 121-124.
Hubbard, N. L.; D.
M. Pharr and S. C. Huber. 1990. Sucrose metabolism in ripening muskmelon fruits
as affected by leaf area. Journal of American Society for Horticultural Science
115: 798-802.
Hulme, A. C. 1971.
The biochemistry of fruits and their products. Academic Press, New York, USA..
Vol. 2. 788 p.
Iqbal, N. and I.
Karacali. 2004. Flowering and fruit set behavior of Satsuma mandarin (Citrus unshin Marc) as influenced by
environment. Pakistan. Journal of Biological Science 7 (11): 1832-1836.
Kano, Y. and C. Miyamura. 2002. Changes of cell size
and the number of the cells, and sucrose content in melon fruit treated with
auxin. Journal of the Japanese Society for Horticultural Science 71 (Suppl.1):
396.
Kano, Y.
2002. Relationship between sucrose accumulation and cell size in
4-CPA-treated melon fruits
(Cucumis melo L.). Journal of
Horticultural Science and Biotechnology
77 (5): 546-550.
Kano, Y. and C. Miyamura. 2001. Relationship
between cell size and sucrose accumulation in 4-CPA treated melon fruits.
Journal of the Japanese Society for Horticultural Science 70 (Suppl. 2): 458.
Kano, Y. 2000. Effects of CPPU
treatment on fruit and rind development of watermelons (Citrullus lanatus Matsum. et Nakai). Journal of Horticultural
Science and Biotechnology 75: 651-654.
Kano, Y.
1993. Relationship between the occurrence of hollowing in watermelon and the
size and the number of fruit cells and intercellular air spaces J. Japan. Soc.
Hort. Sci. 62 (1): 103-112.
Kano, Y. 1991. Changes of sugar kind
and its content in the fruit of watermelon during its development and after
harvest. Environment Control in Biology 229: 159-166.
Kultur, F.; H. C.
Harrison and J. E. Straub. 2001. Spacing and genotype affect fruit sugar
concentration, yield and fruit size of muskmelon. HortScince 36 (2): 274 278.
Lares, R. G. 1991. Como producir frutas y hortalizas tropicales para
exportar. Instituto de comercio exterior. División de Agricultura, Ganadería y
Pesca. 52
p.
Lester, G. E and J.
R. Dunlap. 1985. Physiological changes during development and ripening of ‘Perlita’
muskmelon fruits. Sci. Hortic. 26: 323-331.
Liang, C. P.; R. L. Shewfelt
and S. J. Kays. 2002. The effect
of ethylene treatment on quality factors in honeydew melons (Cucumis melo var. inodorus Naud.), Inst. Food Technol. Annu.
Meet, online paper, http://ift.confex.com/ift/2002/techprogram/paper_13585.htm
Liang, C. P.; R. L. Shewfelt
and S. J. Kays. 2002. The effect of ethylene treatment on quality factors in
honeydew melons (Cucumis melo var. inodorus Naud.), Inst. Food Technol.
Annu. Meet, online paper. Disponible en: http://ift.confex.com/ift/2002/
techprogram/ paper_13585.htm. Fecha de acceso: 12 de
diciembre de 2008.
Maroto, J. V. 1990. Elementos de Horticultura general.
Mundi-Press. Madrid. España. 343 p.
Matsui, H.; E. Yuda and S. Nakagawa. 1979. Physiological studies on the
ripening of Delaware grapes I. Effects of the number of leaves and changes in
polysaccharides or organic acids on sugar accumulation in the berries. Journal
of the Japanese Society for Horticultural Science 48: 9-18.
Masuda, T. 1970. Studies on the development of melon fruit. Thesis,
Kyoto University, Japan.
Masuda, Y. 1969. Auxin-induced cell expansion
in relation to cell wall extensibility. Plant and Cell Physiology 10:
1-9.
Masuda, Y. 1965. Auxin-induced growth of tuber tissue of Jerusalem
artichoke. I. Cell physiological
studies on the expansion growth. Botanical Magazine 78: 417-423.
Menezes, J. B. 1996. Qualidade pós-colheita de melao
tipo “Galia” durante a maturacao e o armazenamento. UFLA. Tese Doutorado. 87 p.
Mitchell,
J. W. 1940. Effect of naphthalene acetic acid and naphthalene acetamide on
nitrogenous and carbohydrate constituents of bean plants. Botanical Gazette 101
(3): 688-699.
Mizuno, S.;
K. Kato, M. Harada, Y. Miyajima and E. Suzuki. 1971. Studies on the
free sugars and amino acids in melon fruits. J Jpn Soc Food Sci. Tech. 18 (7): 319-325.
Motomura, Y.; K. Kanahama and T. Saito. 1989. Accumulation and metabolism of sugars in melon fruits. Japanese Society for Horticultural
Science 58 (suppl 2): 294-295.
Murneek, A. C.
1926. Effects of correlation between vegetative and reproductive functions in
the tomato (Lycopersicon esculentum
Mill.). Plant Physiology. 1: 3-56.
Nakagawa, S. and Y. Nanjou. 1965. A morphological study of Delaware
grape berries. Journal of the Japanese Society for Horticultural Science 34:
85-95.
Natale, W.; E. L. M. Coutinho, F. M. Pereira, M.
Martinez Júnior e M. C. Martins. 1995.
Efeito da adubação N, P e K no teor de sólidos solúveis totais de frutos
de goiabeira (Psidium guajava L.).
Alimentos e Nutrição 6 (1): 69-75.
Nickell, G. L.
1982. Plant growth regulators Agricultural Uses. Spring-Verlag. New York. USA.
172 p.
Ouzounidou, G.; P. Papadopoulou, A. Giannokoula, and
I. Ilias. 2008. Plant growth regulators treaments modulate growth, physiology and
quality characteristics of Cucumis melo
L. plants. Pak. J. Bot. 40 (3): 1185-1193.
Pratt, H. K. 1971. Melons. In: The Biochemistry of fruits and their
products. A. C. Hulme (ed). Academic Press. London, U. K. p. 207-232.
Reyes, P. 1980. Diseño de experimentos aplicados. 2ed. Trillas. México. 344 p.
Seymour, G. B and W. B. Mc Glasson. 1993. Melons. In: Biochemistry of fruit ripening. G.
B. Seymour, J. E. Taylor and C. A.
Tucker (eds). Chapman and Hall. London. United Kingdom. p 273-290.
Silva,
P. S.; J. B. Menezes, O. F. Oliveira e P. I. B. Silva. 2003. Distribuição do
teor de sólidos solúveis totais no melão. Hortic. Bras. 21 (1): 31-33.
Sinnott, E. W. 1939. A developmental analysis of the relation between cell size
and fruit size in cucurbits. Amer. J. Bot. 26: 179-189.
Soto, E.; A. Rondón, E. Arnal y Q. Quijada. 1995. Evaluación de
cultivares de melón con fines de exportación. Fondo Nacional de Investigaciones
Agropecuarias (FONAIAP). Año XII Nº 47.
enero-marzo. Agricultura, Ganadería y Pesca. p. 18-25.
Struckmeyer, B. E. 1951. Comparative effects of growth substances on stem anatomy. In: Plant growth substances. Skoog (Ed.): University of Wisconsin Press, Madison, USA.
Sykes, S. 1990. Melons. New
varieties for new and existing markets. Agric. Sci. 3: 32-35.
Thimann, K. V. and
C. L. Schneider. 1938. Differential growth in plant tissues. American Journal
of Botany 25: 627-641.
Welles, G. W. H.
and K. Buitelaar. 1988. Factors affecting soluble solids content of muskmelon (Cucumis melo L.). Netherlands Journal of
Agric. Sci. 36: 239-246.
Westwood, M. N.
1993. Temperate zone pomology: Physiology and culturw, 3ed. Timber Press,
Portlan, OR, USA, 523 pp.
Yamaguchi,
M.; D. L. Hughes, K. Yabmoto and W. G. Jennings. 1977. Quality of cantaloupe
muskmelons: variability and atributes. Scientia Horticulture 6 (1): 59-70.
United States
Department of Agriculture (USDA). 1968. Marketing Service. United State
Standards for grades of cantaloupes. Washington D. C. USA.
Página diseñada por Prof. Jesús Rafael
Méndez Natera
TABLA DE CONTENIDO DE LA REVISTA CIENTÍFICA UDO
AGRÍCOLA