Revista
Científica UDO Agrícola Volumen 10. Número 1. Año 2010. Páginas: 158-164
Emponzoñamiento
por ofidios venenosos en el estado Monagas, Venezuela entre 1983 y 1999. II. Periodo de reclusión
hospitalaria
Snake poisoning in Monagas State, Venezuela between
1983 and 1999. II. Hospitalization period
José Rafael MARTÍNEZ 1,
Benjamín José MARTÍNEZ VIÑA2 y Jesús Rafael MÉNDEZ NATERA3
1Departamento
de Biología y Sanidad Animal, Escuela de Zootecnia, Núcleo Monagas, Universidad
de Oriente, Maturín, 2Departamento de Ingeniería Ambiental y Recursos
Naturales, Universidad Gran Mariscal de Ayacucho, Maturín y 3Departamento
de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo Monagas, Universidad de
Oriente, Maturín, 6201, estado Monagas, Venezuela. E-mail: jorm0308@gmail.com Autor para correspondencia
Recibido: 05/06/2009 |
Fin de arbitraje:
10/09/2009 |
Revisión recibida: 18/07/2010 |
Aceptado: 02/08/2010 |
En esta investigación se determinó la gravedad de los accidentes por
ofidios venenosos, tomando en consideración el tiempo de reclusión hospitalaria
hasta la etapa de curación o mejoría de pacientes ingresados por esta causa al
Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” de Maturín, estado Monagas,
obtenidas mediante el análisis de 350 Historias Clínicas correspondientes al
período 1983-1999 (17 años). El estudio fue retrospectivo y descriptivo. Se
calcularon los valores porcentuales y en algunos casos las medias aritméticas.
Los resultados mostraron que el tiempo de tratamiento fue similar entre los
pacientes mordidos por los géneros Bothrops
(9,5 días), Crotalus (9,7 días) y Micrurus (11,5 días), los cuales fueron mayores a
aquellos de los pacientes afectados por mordeduras del género Lachesis (4,8 días). El mayor tiempo de
hospitalización sucedió cuando la mordedura se localizó en el brazo izquierdo
(14 días). Se comprobó, que el mayor número de accidentes ocurrió en los
miembros inferior derecho 135 casos (39,94%) e inferior izquierdo, 114 casos
(33,73%), valores que sumados alcanzan lo cifra de 249 casos (73,67%), siendo
el pie derecho el más afectado (80 casos). Estos resultados de afectación son
muy superiores a los ocurridos en los miembros superiores: 84 casos (24,85%) y
otras regiones del cuerpo: 5 casos (1,48%). La mayor cantidad de pacientes tuvo
edades entre los 25 y 28 años para el género Crotalus.
Palabras clave: Bothrops. Crotalus,
Lachesis, Micrurus, emponzoñamiento por ofidios
This study was carry out in order to determine the gravity of poisoning
because of snakebite in the Monagas State, take in consideration the reclusion
time at the Hospital “Dr. Manuel Núñez in Maturín, In this research, 350 medical history of patients
were analyzed who came at this hospital during the lapse 1983-1999. The study
was retrospective and descriptive. Percentage values and in some cases the
arithmetic mean were calculated. The results indicated that treatment time of
patients bite for genus Bothrops (9.5 days)
and genus Crotalus (9.7 days) and Micrurus (11.5
days) were similar among them but later than whose
occurred in patients bite by genus Lachesis (4.8 days). The major reclusion time occurred in
patients with bites located in the left arm (14 days). The greater number of
snakebite occurred in the lower members (249 cases),
in the right member 135 cases and the left member 114 cases and lower reclusion
time occurred in higher members (84 cases) and other corporal region (5 cases).
The age more affected was between 25 and 28 year old for genus Crotalus.
Key words: Bothrops. Crotalus, Lachesis,
Micrurus, snake poisoning
INTRODUCCIÓN
El veneno de las
serpientes es una sustancia viscosa de color amarillento o incolora,
de olor fétido y de hasta 51% de materia seca. Está compuesto por una mezcla
extremadamente compleja de proteínas entre las que se encuentran enzimas y polipéptidos de alto y bajo peso molecular respectivamente,
cuya riqueza y variedad dependen de la especie, de la región y de la edad de la
serpiente.
La gravedad del
emponzoñamiento por ofidio está asociada con el tipo de veneno y la cantidad de
ponzoña inoculada. Debe mencionarse que la unidad de potencia de los venenos
(dosis letal mínima) de serpientes es la gamma (una millonésima de gramo);
mientras más baja es la cifra expresada en gammas o microgramos, más potente es
el veneno de una serpiente, porque su efecto letal se logra con menor cantidad
de ponzoña.
Los accidentes
ofídicos se clasifican: Sin envenenamiento (Grado 0): Ausencia de reacción
local, en el envenenamiento leve (estadío I), el
paciente se presenta con escasos o nulos signos locales: compromiso de un solo
segmento corporal o aumento en el perímetro de la extremidad no mayor de 4 cm.
En este grupo de pacientes no hay manifestaciones sistémicas o éstas son futiles, como mareo, diaforesis e hipotensión leve. Las
pruebas de coagulación son normales y no hay signos de sangrado
espontáneo. El accidente ofídico
moderado (estadío II) se caracteriza por lesiones
locales más severas que las del grupo anterior, presentándose edema de más de
un segmento corporal o aumento de más de 4 cm en el perímetro de la extremidad,
con flictenas pero sin necrosis; las manifestaciones sistémicas son hipotensión
moderada, hematuria, gingivorragia o equimosis en los sitios de punción. En los
exámenes paraclínicos se evidencia prolongación de TP y TPT, fibrógeno entre 100 y 200 mg/dl, hemoglobinuria y/o metahemoglobinuria.
La condición más avanzada de gravedad es el estadío
III. En este caso, las reacciones locales son muy severas, con abundantes
flictenas y necrosis en el sitio de la mordedura, edema muy importante en el
miembro comprometido y dolor intenso en la extremidad. Las manifestaciones
sistémicas llegan a poner en peligro la vida del paciente, por shock
persistente y evidencia de sangrado espontáneo (hematuria, sangrado digestivo,
gingivorragia, epistaxis); los exámenes paraclínicos muestran un tiempo de
coagulación TP y TPT infinitos, consumo extremo de fibrinógeno (menor de 100
mg/dl), aumento de los productos de degradación del fibrinógeno (PDF) y
trombocitopenia. La insuficiencia renal aguda puede presentarse (Plata, 2010).
De acuerdo al género
envuelto, el emponzoñamiento ofídico se clasifica en: accidente bothrópico caracterizado por que los signos y síntomas
encontrados en el paciente, portador de un accidente bothrópicos,
dependen fundamentalmente de la acción fisiopatológica de las diferentes
fracciones del veneno. La venina inoculada por el
género Bothrops
presenta fracciones con actividad esencialmente proteolítica - necrosante (se produce por la acción de miotoxinas),
edematizante (liberación de prostaglandinas tipo I),
coagulante (se debe a la acción de enzimas procoagulantes
sobre la protombina y el factor X, que llevan a coagulopatía de consumo), anticoagulante-hemorrágico (se
ocasiona alteraciones directa sobre los factores de coagulación y fibrinógeno
con un daño en el endotelio vascular). El accidente crothálico
se caracteriza por acción de su venina esencialmente
neurotóxica y hemolítica. En el accidente elapídico
en general, el veneno inoculado se queda usualmente depositado a nivel
subcutáneo, por lo cual su acción es casi exclusiva por una neurotoxina
y los síntomas son muy graves y es esencialmente neurotóxica. En el
emponzoñamiento lachésico, las manifestaciones
clínicas son semejantes a las producidas por el envenenamiento botrópico, con excepción de un síndrome de excitación vagal, que se produce en las primeras horas constituyendo
la principal causa de la gran mortalidad que representa este emponzoñamiento
(Mota y Mendoza, 2008).
Méndez Flores (2010)
indicó que más del 90% de las mordeduras por serpientes del género Crotalus se
producen por debajo de las rodillas, es decir, pudieron evitarse con el uso de
botas altas de cuero o de goma dura. Por lo tanto, debe educarse al campesino,
y a los excursionistas en el uso de botas para estas actividades. González et al., (2008) en un estudio sobre el
emponzoñamiento ofídico de pacientes que acudieron a la Ciudad Hospitalaria Dr.
Enrique Tejera en Valencia, Venezuela de
junio a diciembre del 2006 encontraron que el miembro inferior fue la región
corporal más afectada, seguido del miembro superior y se presentaron muy pocos
casos de mordeduras en el cuello y cabeza. Gil (1997) reportó que en el estado
Barinas, Venezuela, las regiones anatómicas más afectadas por el
emponzoñamiento ofídico son las extremidades (97,48%), con predominio franco en
las inferiores (82,74%), siéndolo en orden decreciente: Pie (62,24%), Pierna
(19,00%), Muslo (1,50%); en las superiores (14,74%): Mano (12,90%), Antebrazo
(1,84%). En Perú, Navarrete Zamora et al.,
(2010) reportaron que sólo el pie tuvo el mayor porcentaje de frecuencia (46%)
seguido de sólo mano (28%), extremidades inferiores (16%) y por último las
extremidades superiores (10%).
El estado Monagas
ubicado en la región Nor-Oriental del país, limitado
por el norte con el estado Sucre, por el sur con los estados Bolívar y
Anzoátegui, por el este con el estado Delta Amacuro y por el oeste con el
estado Anzoátegui, y que cuenta con una superficie de 28.900 Km2 y
una población de 712.625 habitantes, según el XIII Censo General de
Población y Vivienda 2001 (IIES, 2010) más 4.025 indígenas (OECI, 2010) no
escapa a la ocurrencia de accidentes por ofidios, en los últimos años ha
sufrido una explosión demográfica de gran magnitud, la cual ha provocado una
ocupación masiva, sin control, de extensas áreas rurales que, incorporadas a la
producción agrícola de subsistencia, han causado graves daños a los sistemas
ecológicos. La invasión de estos nichos ecológicos por parte del hombre, es la
causa principal de la mayoría de los accidentes por ofidios en el estado, los
cuales se han convertido en un verdadero problema de Salud Pública. De Sousa et al., (2005) señaló que entre 1980 a
2000 (21 años), se registraron en el estado Monagas 20 decesos (42,6%)
ocasionados por serpientes, de los 13 municipios que conforman el estado, 6
(46,2%) (Acosta, Caripe, Cedeño, Maturín, Piar y Punceres) registraron mortalidad por serpientes
El objetivo fue
determina la gravedad de los accidentes por ofidios venenosos, tomando en
consideración el tiempo de reclusión hospitalaria hasta la etapa de curación o
mejoría de pacientes tratados en el
Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” de Maturín, estado
Monagas, Venezuela.
Se realizó una exhaustiva revisión de 350 Historias
Clínicas de accidentes por ofidios según pacientes que ingresan por esta causa
al Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar” de Maturín, Estado Monagas,
correspondientes al período 1983-1999 (17 años). La técnica utilizada fue la
revisión documental. La información fue anotada en formatos diseñados para este
fin: datos personales y suceso, causas del accidente, número de accidentes
ofídico por año, trimestre y mes, así como el género de la serpiente venenosa
causante del accidente, el número de casos que provocó cada una de ellos y el
tiempo promedio de hospitalización requerido por el afectado (expresado en
días).
Se estableció un intervalo para las edades y en cada
caso se identificó el género de la serpiente responsable del accidente, así
como el tiempo de reclusión para cada uno de los afectados. Se ordenaron los
datos considerando: el sitio de la mordedura, el número de accidentes causados
por cada uno de los géneros, el porcentaje de prevalencia y el tiempo promedio
de reclusión hospitalaria. Se estableció también, las regiones del cuerpo
humano que sufren con mayor frecuencia las mordeduras de serpientes venenosas.
El tipo de estudio fue retrospectivo y descriptivo. Se
calcularon los valores porcentuales y en algunos casos las medias aritméticas.
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
Los
resultados obtenidos al revisar 350 Historias Clínicas de pacientes ingresados
y tratados por accidentes causados por emponzoñamiento ofídico en el Hospital
Universitario "Dr. Manuel Núñez Tovar" de Maturín, estado Monagas,
durante el lapso 1983-1999, mostraron que el tiempo promedio de reclusión entre
los pacientes mordidos por los géneros Bothrops
(9,5 días), Crotalus (9,7 días) y Micrurus (11,5 días) fue muy similar, pero
relativamente mayor a aquel de los afectados por mordeduras del género Lachesis (4,7 días) (Cuadro 1), una de las posibles causas para este
resultado es que este ofidio, a pesar de contener en su glándula una mayor
cantidad de veneno en comparación con los otros tres citados, el mismo es menos
activo, aseveración que está en concordancia con lo expresado por otros autores;
los efectos proteolíticos y necrótico del veneno de la “cuaima piña” (Lachesis) son mucho menos severos que los producidos
por los venenos botrópicos (Cato y Fernández, 1976).
El género Micrurus, posiblemente por ser la
unidad de potencia de su veneno (gamma) más baja y por lo tanto, más letal, lo
cual se corresponde con su ya conocida alta peligrosidad.
Cuadro 1. Géneros de
serpientes causantes de accidentes
y tiempo promedio de reclusión (días) de pacientes que ingresaron al Hospital
Universitario "Dr. Manuel Núñez Tovar", durante el lapso 1983-1999. |
||
Género de serpiente |
Número de accidentes |
Tiempo promedio de reclusión (días) |
Bothrops |
226 |
9,5 |
Crotalus |
113 |
9,7 |
Lachesis |
9 |
4,8 |
Micrurus |
2 |
11,5 |
Total |
350 |
8,9 |
Según
estos resultados, el tiempo de reclusión parece estar asociado a la potencia
del veneno de la serpiente, al respecto, CAIBCO (2010) indicó que de acuerdo a
esto, las corales venenosas (Micrurus) serían las más peligrosas. Por la actividad del
veneno, las cascabeles (Crotalus)
deberían estar en segundo lugar. Las serpientes del género Bothrops tienen un veneno menos
potente que los Micrurus
y Crotalus.
Las serpientes del género Lachesis son
probablemente las serpientes venenosas más grandes del mundo y las cantidades
de veneno que inocula son altas, pero afortunadamente de baja potencia. Esto
muy probablemente se debe a la potencia del veneno expresada en la dosis letal
media, Valledor de Lozoya (1994) indicó que la dosis
media inoculada (mg) y la dosis letal mínima en el hombre (mg) de diferentes
serpientes venenosas es la siguiente: Microrus fulvius (serpiente de coral) 5-15 y 15,
respectivamente; Crotalus durissus (serpiente de cascabel) 40-130 y 40,
respectivamente; Bothrops atrox
(mapanare) 60-250 y 60, respectivamente y Lachesis muta (Cuaima piña) 280-550 y 170, respectivamente.
Estos
resultados están en concordancia con aquellos de Lazo et al., (1998) quienes en un estudio para determinar la actividad
de la fosfolipasa A en venenos de serpientes (la cual
induce alguna de las siguientes acciones patológicas: neurotoxicidad,
acción cardiotóxica, miotoxicidad,
hemólisis, efecto anticoagulante, hemorragia interna y actividad inductora de
edema) encontraron que la actividad específica (UA/mg de proteína) de la fosfolipasa A fue en orden decreciente: Micrurus spixii (272,7); Crotalus durissus (154,7); Bothrops brazili (24,4); Bothrops atrox (16,8) y Lachesis muta (20,6).
Por
otra parte, los emponzoñamientos por ofidios fueron causados en orden
descendente por los géneros Bothrops, Crotalus, Lachesis y Micrurus (Cuadro 1). CAIBCO (2010) indicó que la gran
mayoría de las corales venenosas (Micrurus) son poco agresivas, de boca muy pequeña, huidizas
y es por ello que los accidentes provocados por esta familia son muy raros y
los pocos casos fueron mordidos al manipular la culebra, jugando con ella, por
considerarla inofensiva; los accidentes por las cascabeles (Crotalus) no son tan frecuentes,
por su menor agresividad y el ruido que hacen, con el crepitaculum
corneo (cascabel), formado por anillos de queratina que son huecos y se unen
entre sí que alerta de su presencia y que en Venezuela, el mayor número de
accidentes es causado por serpientes del género Bothrops (mapanares), con un porcentaje alrededor del 80%, por último, las
serpientes del género Lachesis
(cuaima concha de piña) tienen una importancia médica relativa, desde el punto
de vista epidemiológico, debido a que los accidentes son bastante raros y sólo
ocurren en medio de la floresta tropical húmeda profunda. En cuanto a
agresividad, el comportamiento es: Bothrops, Crotalus, Lachesis y Micrurus. Rivero et al.,
(2005) en un estudio en pacientes hospitalizados por emponzoñamiento ofídico,
en los servicios de Pediatría y Medicina Interna del Hospital Gervasio Vera
Custodio, Upata, Venezuela, durante enero 2003 a
diciembre 2004, encontraron que las especies de los géneros Bothrops, Crotalus y Lachesis fueron responsables del
67, 20 y 13% de los casos respectivamente.
Se
observó que la mayor duración del tratamiento o estadía hospitalaria (Cuadro
2), ocurrió cuando la mordedura es localizada en el brazo izquierdo (14 días) y
en la pierna izquierda (12 días). Fue evidenciado que el mayor tiempo promedio
de reclusión (11 días) se presentó cuando la mordedura ocurrió en el miembro
superior izquierdo, aunque con pocas diferencias con respecto a los valores
encontrados para los miembros derechos. Asimismo, es notorio el menor tiempo de
reclusión (2 días) cuando el ofidio causó heridas al individuo en ambos pies,
lo cual permite inferir que el reptil presentó dificultad para inocular su
veneno o que hacía poco tiempo acababa de abatir una presa. En general, todos
estos tiempos de reclusión (hospitalización) (Cuadro 2) son menores a los
reportados por González et al.,
(2008) en un estudio sobre el emponzoñamiento ofídico de pacientes que
acudieron a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera en Valencia, Venezuela de
junio a diciembre del 2006 e indicaron un promedio de 3,8 días con una
desviación estándar de 2,55 días y un mínimo y un máximo de 1 y 13 días,
respectivamente. Sin embargo, Araujo Camacho y Rivas Padilla (1997) en un
estudio que incluyó 115 pacientes, 96 procedentes del estado Mérida y 19 de los
estados Zulia y Táchira durante el período 1990-1998, encontraron que 43
pacientes (37,4%) duraron menos de 7 días en el hospital, 40 pacientes (34,8%)
duraron más de 14 días y 32 (27,8%) estuvieron entre 7 y 14 días
hospitalizados.
Omogbai et al., (2002) en un estudio realizado
en Nigeria reportó la frecuencia de los días de hospitalización, el mayor
número de pacientes (168; 38,6%) estuvo entre los 2 y 5 días, seguido de 6 a 10
días con 99 pacientes (22,8%) y menos de 1 día con 70 (16,1%) y 11 a 15 días
con 48 (11,0%) con un promedio de 5,7 ± 5,1 días, resultados ligeramente
menores a los obtenidos en este estudio (8,9 días). Omogbai
et al., (2002) indicaron que en su
estudio muchos pacientes parecieron haber sido tratados y dados de alta en el
primer o segundo día, el cual sería el caso de las mordeduras con poco o ningún
envenenamiento en los que puede haber poco o no presenta síntomas e incluso en
casos de envenenamiento con reacción retardada, la gravedad habría sido
conocida por el segundo día lo cual permitiría una decisión que se adopte si se
da de alta o se mantiene al paciente. En el presente estudio puede ser que los
casos con poco o ningún envenenamiento no fueron trasladados al Hospital Dr Manuel Núñez Tovar y tratados localmente y sólo
arribaron al mismo los casos de moderados a graves.
Los
resultados también indicaron (Cuadro 2), que el mayor número de mordeduras por
ofidios ocurre en el pie derecho (80 casos), seguido del pie izquierdo (56
casos), pierna izquierda (44 casos), pierna derecha (43 casos), mano derecha (42
casos) y mano izquierda (29 casos). Asimismo, se observa un mayor número de
accidentes (135 casos) en los miembros inferior derecho que representan el
39,94% e inferior izquierdo con 114 casos para un 33,73%, valores que sumados
alcanzan la cifra de 249 accidentes, los cuales constituyen el 73,67% del
número total (338) de casos. Este número de mordeduras localizadas en los
miembros inferiores son muy significativos al ser comparados con los ocurridos
en los miembros superiores cuya cifra es de 84 casos para un 24,85% y otras
regiones del cuerpo en la que ocurrieron 5 casos de mordeduras para un valor
del 1,48%. Estos resultados tienen asideros cónsonos con la realidad, al
considerar, que los miembros inferiores son las regiones del cuerpo humano que
presentan mayor probabilidad de ser alcanzadas durante el ataque de estos
reptiles.
Cuadro
2. Localización de la herida y tiempo promedio de reclusión de pacientes que
ingresaron al Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez Tovar " durante
el lapso 1983-1999. |
|||
Localización de la herida |
Número
de casos |
% |
Tiempo
de reclusión (días) |
Mano derecha |
42 |
12,42 |
9 |
Brazo derecho |
6 |
1,78 |
7 |
Miembro superior derecho |
48 |
14,20 |
8 |
Mano izquierda |
29 |
8,58 |
10 |
Muñeca izquierda |
2 |
0,59 |
10 |
Brazo izquierdo |
5 |
1,48 |
14 |
Miembro superior izquierdo |
36 |
10,65 |
11 |
Pie derecho |
80 |
23,67 |
8 |
Tobillo derecho |
6 |
1,78 |
10 |
Rótula derecha |
6 |
1,78 |
11 |
Pierna derecha |
43 |
12,72 |
9 |
Miembro inferior derecho |
135 |
39,94 |
10 |
Pie izquierdo |
56 |
16,56 |
8 |
Tobillo izquierdo |
10 |
2,96 |
7 |
Rótula izquierda |
4 |
1,18 |
9 |
Pierna izquierda |
44 |
13,01 |
12 |
Miembro inferior izquierdo
|
114 |
33,73 |
9 |
Cabeza |
3 |
0,89 |
6 |
Ambos pies |
2 |
0,59 |
2 |
Otras regiones del cuerpo |
5 |
1,48 |
4 |
Resultados
similares encontraron González et al.,
(2008) quienes reportaron que el miembro inferior fue la región corporal más
afectada, seguido del miembro superior y se presentaron muy pocos casos de
mordeduras en el cuello y cabeza. Gil (1997) reportó que en el estado Barinas,
Venezuela, las regiones anatómicas más afectadas por el emponzoñamiento ofídico
son las extremidades (97,48%), con predominio franco en las inferiores
(82,74%), siéndolo en orden decreciente: Pie (62,24%), Pierna (19,00%), Muslo
(1,50%); en las superiores (14,74%): Mano (12,90%), Antebrazo (1,84%). En Perú,
Navarrete Zamora et al., (2010) reportaron que sólo el pie tuvo el mayor porcentaje
de frecuencia (46%) seguido de sólo mano (28%), extremidades inferiores (16%) y
por último las extremidades superiores (10%). Omogbai
et al., (2002) reportó en Nigeria que
los sitios comunes de la mordida de serpientes fueron: Miembro inferior derecho
(182; 41,8%) e izquierdo (138; 31,7%), miembro superior derecho (61; 14,0%) e
izquierdo (30; 6,9%), con sólo 3 casos (0,7%) para la cabeza.
Resultados
similares indicó Caraballo et al.,
(2004) en un estudio retrospectivo de los aspectos clínicos y epidemiológicos
de 284 pacientes con emponzoñamiento ofídico del Hospital Universitario Ruiz y
Páez en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela desde enero 1990 hasta
diciembre 1999, encontraron que 93 (45,8%) y 12 (5,9%) de los pacientes fueron
atacados en piernas y brazos, respectivamente por serpientes del género Bothrops; 59
(20,1%) y 16 (7,9%) respectivamente por Crotalus y 23 (11,3%) y 0 (0,0%) respectivamente por Lachesis. En
general 124 (86,2%) fueron mordidos en las piernas y 28 (13,8) en el brazo.
En este
estudio, más del 65% (162 casos) de los accidentes de los miembros inferiores
ocurrieron por debajo de la rodilla, al respecto Méndez Flores (2010) indicó
que más del 90% de las mordeduras por serpientes del género Crotalus se producen por debajo
de las rodillas, es decir, pudieron evitarse con el uso de botas altas de cuero
o de goma dura. Por lo tanto, debe educarse al campesino, y a los
excursionistas en el uso de botas para estas actividades.
El
tiempo promedio de reclusión hospitalaria (Cuadro 3) fue similar entre los
diferentes grupos de edades en los géneros de serpientes causantes de los
accidentes (Crotalus y Bothrops) a excepción del grupo etario de 25 a 28 días
donde el tiempo de reclusión fue mayor (20,3 días) en
el género Crotalus
(Cuadro 3).
Cuadro 3. Género de serpiente
causante del accidente, edad del afectado y tiempo de reclusión de
pacientes que ingresaron al Hospital Universitario "Dr. Manuel Núñez
Tovar", durante el lapso 1983-1999. |
||||
Edad
(años) |
Tiempo promedio de
reclusión (días) |
|||
Bothrops
|
Crotalus
|
Lachesis
|
Micrurus |
|
1- 4 |
6,8 |
4,0 |
|
|
5 - 8 |
10,1 |
9,9 |
|
|
9 - 12 |
9,0 |
9,6 |
8,0 * |
|
13 – 16 |
9,7 |
6,5 |
3,0 * |
|
17 – 20 |
9,9 |
10,1 |
12/2=6,0 ** |
12,00 * |
21 – 24 |
11,0 |
8,3 |
|
|
25 – 28 |
12,2 |
20,3 |
|
|
29 – 32 |
3,6 |
8,7 |
12/2=6,0 ** |
11,00 * |
33 – 36 |
10,1 |
11,8 |
2,0 * |
|
37 – 40 |
11,8 |
3,0 |
|
|
41 – 44 |
7,1 |
6,0 |
|
|
45 – 48 |
8,6 |
6,3 |
|
|
49 – 52 |
10,5 |
6,3 |
6/2=3,0 ** |
|
53 – 56 |
9,5 |
6,7 |
|
|
57 – 60 |
7,8 |
4,7 |
|
|
61 – 64 |
13,3 |
2,0 * |
|
|
65 – 68 |
6,7 |
7,0 |
|
|
69 – 72 |
8,3 |
6,0 * |
|
|
73 – 76 |
|
|
|
|
77 – 80 |
|
|
|
|
81 – 84 |
|
|
|
|
85 – 88 |
3,0 * |
|
|
|
* Una observación y ** Promedio de 2 observaciones |
Los
registros mostraron que todos los pacientes (350 casos) ingresados con
mordeduras de serpientes venenosas al Hospital Universitario “Dr. Manuel Núñez
Tovar” de Maturín, estado Monagas durante el lapso 1983-1999, egresaron por
curación o mejoría, a excepción de una paciente (7 años de edad) que egresó
muerta en el año 1987 por mordedura de Crótalo (Cascabel) y que fue referida
desde el Centro de Salud de Punta de Mata, 1 día después del accidente
(Historia Médica: 283228).
El tiempo de tratamiento fue similar
entre los pacientes mordidos por los géneros Bothrops
(9,5 días), Crotalus (9,7 días) y Micrurus (11,5 días), los cuales fueron mayores a
aquellos de los pacientes afectados por mordeduras del género Lachesis (4,8 días).
Se
encontró que el mayor tiempo promedio de reclusión hospitalaria ocurre cuando
la mordedura se produce a nivel del brazo izquierdo (14 días).
Se
observó que el mayor número de mordeduras ocurren en el pie derecho (80 casos).
Asimismo, los resultados mostraron que el mayor número de accidentes (135
casos), suceden en el miembro inferior derecho (39,94%), seguido de los
ocurridos (114 casos) en el miembro inferior izquierdo (33,78%), para un total
de 249 casos (73,67%), para esta región del cuerpo.
Los
pacientes mayormente afectados fueron
aquellos cuyas edades oscilaban entre 25 y 28 años con mordedura crotálica y entre 61 y 64 años con mordedura botrópica, los cuales fueron sometidos a tratamiento
durante 20,3 y 13,2 días, respectivamente.
AGRADECIMIENTO
Al Consejo de Investigación de la Universidad de
Oriente por el financiamiento de este Proyecto, según Código N° C.I.:
3-0101-0971/00.
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