Revista
Científica UDO Agrícola Volumen 10. Número 1. Año 2010. Páginas: 60-67
Dependencia espacial de algunas propiedades químicas
superficiales del suelo y de algunas variables de producción en cultivos de
crisantemo bajo invernadero
Spatial dependence of some superficial chemical properties of soil and
of some variables of production in greenhouse cultivation of chrysanthemum
Recibido: 18/12/2009 |
Fin de arbitraje:
20/10/2010 |
Revisión recibida: 15/12/2010 |
Aceptado: 29/12/2010 |
En un cultivo de crisantemo bajo invernadero, variedad Delistar, se estudió la dependencia
espacial del pH y de la conductividad eléctrica superficiales del suelo,
así como el diámetro de la flor y la altura y el peso de las plantas al momento
de hacer la cosecha, mediante análisis de semivarianza.
Se encontró una alta dependencia espacial de rango muy corto en todas las
propiedades estudiadas. Los semivariogramas
experimentales fueron predominantemente cíclicos y mostraron dos estructuras
espaciales separadas por una distancia de 3 m, lo que se consideró como
indicativo del efecto de los sistemas de preparación del terreno para
establecer el cultivo y del manejo que se hace del mismo, donde muchas de las
prácticas son manuales y pueden generar una alta heterogeneidad en las
propiedades del suelo que se relacionan con las variables evaluadas que las
distribuyen de forma casi anidada.
Palabras clave: Variabilidad espacial, semivarianza, pH del
suelo, conductividad eléctrica del suelo, crisantemo, cultivo bajo invernadero.
In a commercial greenhouse cultivation of chrysanthemum Delistar variety, spatial dependence was studied by means
of semivariance analysis of pH and superficial
electric conductivity of soils, as well as flower diameter and height and
weight of plants to the moment of harvest. There was high spatial dependence of
very short range in all properties studied. Experimental semivariograms were dominated by cyclical forms and showed two spatial structures separated by a distance of 3
m, which were considered as
indicative of the effect of crop management systems, where many practices are
manual and can generate a high heterogeneity in the soil properties that relate
to the evaluated variables that distributes almost nested.
Key words: Spatial variability, semivariance,
soil pH, electric conductivity of soil, chrysanthemum, greenhouse cultivation.
INTRODUCCIÓN
Existe una gran variabilidad en las
propiedades del suelo que depende de la propiedad que se considere, siendo más
variables las propiedades químicas que las físicas y más en aquellos suelos que
están siendo sometidos a uso que en los que están en su condición natural (Ovalles, 1992). El suelo puede variar espacialmente en sus
propiedades debido a los procesos naturales que han actuado en su formación (Goovaerts, 1998, 1999; Briggs et al., 2006) y/o debido al manejo que
se hace en él (Cambardella y Karlen,
1999; Paz-González et al., 2000;
Jaramillo, 2008a; Jaramillo et al.,
2008). Así mismo, la variabilidad depende de la escala de trabajo (Goovaerts, 1998, 1999; Amador et al., 2000; Facchinelli et al., 2001; Lin,
2002; Lin et al.,
2006; Webster y Oliver, 2007; Gallardo y Maestre,
2008; Guastaferro et
al., 2010).
El pH
y la conductividad eléctrica se tienen como indicadores de calidad del suelo (Soil Quality Institute
(SQI), 1999; Moral et al., 2010) e Infoagro (s.f.) informa que tanto se relacionan con la
cantidad y la calidad de la producción de crisantemo. Lopera y López (1997), en cultivos de Aster bajo invernadero en el Oriente Antioqueño, observaron que en
los primeros 0,15 m del suelo el 53,46 % de la variabilidad del pH se producía
a distancias menores a 60 cm y que el 30,59 % de dicha variabilidad se
presentaba a distancias mayores de 30 m. También encontraron que el 14,13 % de
la variabilidad de la conductividad eléctrica se daba a menos de 0,60 m de
distancia y que el 73,64 % se acumulaba a distancias mayores a 30 m.
Jaramillo (2010) estudió, mediante un
diseño anidado en el que los factores fueron diferentes distancias de muestreo,
la variabilidad espacial de la temperatura del suelo medida a 0,10 m de profundidad
y tres propiedades de calidad de las flores de crisantemo cultivadas bajo
invernadero: peso del tallo, diámetro de la flor y altura de la planta,
encontrando que la mayor parte de la variabilidad en todas las variables se acumuló en
distancias menores a 0,80 m.
Con el presente trabajo se estudió la dependencia
espacial del pH y la conductividad eléctrica del suelo medidas a 0,10 m de
profundidad, así como la estructura espacial de tres propiedades de calidad de
las flores de crisantemo cultivadas bajo invernadero: peso del tallo, diámetro
de la flor y altura de la planta.
El estudio se realizó en un cultivo de
flores bajo condiciones de invernadero, ubicado en el sector de Llano Grande,
Oriente Antioqueño, con coordenadas 6° 8’ 31’’ N, 75° 25’ 15’’ W. Se trabajó
con flores de crisantemo, variedad Delistar,
sembradas en camas de 30 m de largo por 1,20 m de ancho, con un espacio entre
camas de 0,40 m para tráfico, lo que permitió tener alrededor de 192 camas ha-1.
El cultivo tenía seis años cuando fue muestreado.
Los suelos en que se desarrolló el
cultivo, según resultados de análisis de laboratorio hechos el 2 de mayo de
2007, fueron de reacción neutra (pH de 6,8), con una conductividad eléctrica de
0,6 dS m-1, texturas medias (franco
limosas) y densidad aparente baja (0,69 Mg m-3); presentaron
contenidos relativamente altos de P, K, Ca, Mg, NO3-, S,
Fe, Mn, Zn y B, con valores de 78, 324, 3739, 512, 300, 100, 223, 33, 2,2 y
0,93 ppm, respectivamente; sólo el Cu se encontró en cantidades relativamente
bajas (0,6 ppm).
Las variables evaluadas fueron:
·
pH: Se midió el pH del suelo superficial tomando una
muestra del mismo y haciendo una suspensión de ella en agua en una proporción
volumétrica 1:1. Al cabo de media hora de haber hecho la suspensión, agitándola
esporádicamente, se hizo la lectura del pH con un pHmetro
digital de campo (pHTestr®) y con una precisión
instrumental de 0,1 unidades de pH.
·
CE: Conductividad eléctrica medida en la misma
suspensión en que se midió el pH con un conductivímetro
digital de campo (ECTestr®) y con una precisión
instrumental de 0,1 dS m-1.
·
P: Peso del tallo con la flor, cortado en el cuello de
la planta, medido con una balanza colgante de resorte y precisión instrumental
de 0,1 g.
·
D: Diámetro de la flor medido con una regla y precisión
instrumental de 1 mm.
·
A: Altura de la planta desde la superficie del suelo
hasta el plano superior de la flor, medida con flexómetro
y precisión instrumental de 1 mm.
El muestreo se hizo en 6 camas de 30 m de largo,
seleccionadas al azar dentro de una nave de cultivo compuesta por 12 camas.
Cada cama se dividió en 3 porciones iguales de 10 m de las que se
seleccionaron, también al azar, dos. En la parte central de cada porción de
cama seleccionada anteriormente se delimitó un eje de 5 m de longitud y en cada
uno de los extremos de este eje se ubicaron líneas perpendiculares a él y
centradas, de 0,80 m de longitud. En los extremos de la última línea se
hicieron dos determinaciones separadas 0,20 m. Se tuvo así un total de 6 x 2 x
2 x 2 x 2 = 96 muestras. Los sitios muestreados fueron georreferenciados
en un plano de coordenadas cartesianas cuyo origen fue tomado arbitrariamente
(Figura 1).
El análisis de semivarianza
exige cumplir los supuestos de normalidad en la distribución de los datos y de estacionaridad de varianza y media en ellos (Goovaerts, 1998, 1999; Gringarten
y Deutsch, 2001; Webster y
Oliver, 2007). Se confirmó el supuesto de normalidad en los datos con el
estadístico de Shapiro-Wilk: si el valor p del
estadístico era mayor a 0,05, los datos procedían de una distribución normal.
Si la distribución no fue normal se evaluó la simetría de los datos: si fueron
simétricos se suplió la falta de normalidad con esta característica (Jaramillo,
2005, 2006, 2008a, 2008b, 2009; Jaramillo et
al., 2008).
Luego se confirmó el supuesto de estacionaridad
para establecer si había o no alguna tendencia espacial en los datos. La
confirmación de este supuesto se hizo mediante una regresión múltiple donde la
variable en estudio fue la variable dependiente y las coordenadas de los puntos
de muestreo las independientes. Si con este análisis se obtiene un modelo
estadísticamente significativo, el análisis de semivarianza
se hace con los residuales del mismo (Pradere, 1999; Bocchi et al.,
2000; Schabenberger y Pierce, 2002; Diggle y Ribeiro, 2007; Gallardo y Maestre, 2008; Castañeda
et al., 2010; Moral et al., 2010). El modelo estadístico
para hacer este análisis fue del estilo (Jaramillo, 2008a, 2008b, 2009):
Donde x, y son las coordenadas.
En caso de que no se cumpliera alguno de
los supuestos se hicieron transformaciones sencillas (logarítmica, inversa o
raíz cuadrada) de los datos para normalizarlos o, por lo menos, volverlos
simétricos. Finalmente se definió con cuales datos se haría el análisis de semivarianza: originales, transformados o residuales de la
regresión. Se hizo un análisis descriptivo de los datos seleccionados con el
fin de conocer sus principales propiedades estadísticas y luego se procedió a
llevar a cabo los análisis de semivarianza
correspondientes. Todos los análisis estadísticos se hicieron con los programas
Statgraphics 5,1 plus y GS+ 9.0.
Después de realizar los análisis
descriptivos de las variables con sus datos originales se vio la necesidad de
transformar la CE y el peso de la planta para normalizar su distribución. Con
la transformación logarítmica se logró este cometido y en el Cuadro 1 se
presentan los principales estadísticos que caracterizan las propiedades
evaluadas. Se presentó una alta variabilidad en el log CE con respecto a las
demás variables, y todas fueron simétricas en su distribución. Se presentaron
correlaciones significativas al 95 % entre el pH y el diámetro de la flor, al
99 % entre el pH y la altura de la planta y al 99,9 % entre el peso de la
planta con su altura y con el diámetro de su flor.
Cuadro 1. Principales estadísticos* de las
variables** estudiadas en un cultivo de crisantemo bajo invernadero en el
Oriente Antioqueño (Colombia) (n = 96). |
|||||
Estadísticos |
pH |
log CE (dS
m-1) |
log Peso de planta (g) |
Altura de planta (cm) |
Diámetro de flor (cm) |
Promedio |
6,0 |
-0,46 |
1,751 |
108,51 |
14,99 |
Desviación estándar |
0,18 |
0,22 |
0,1035 |
7,3025 |
1,8162 |
C.V. (%) |
2,97 |
46,92 |
5,91 |
6,73 |
12,12 |
Mínimo |
5,6 |
-1,0 |
1,4771 |
91,0 |
9,7 |
Máximo |
6,4 |
-0,0458 |
2,0792 |
126,0 |
19,0 |
Asimetría |
-0,2646 |
-1,7194 |
0,6849 |
-0,2066 |
0,9473 |
Kurtosis |
-0,9644 |
0,3723 |
1,2386 |
-0,9157 |
0,5542 |
* C.V.: Coeficiente de Variación. ** log:
Logaritmo base 10. CE: Conductividad eléctrica. |
Los análisis de tendencia espacial dieron
los resultados que se presentan en el Cuadro 2. De acuerdo con estos resultados
todas las propiedades presentaron tendencia espacial, aunque ésta sólo fue
relevante, según criterio de Kerry y Oliver (2004) y de Jaramillo (2008b), en
el diámetro de la flor ya que presentó un coeficiente de determinación R2
> 20 %. Con base en lo encontrado en los análisis anteriores se determinó
que las variables para hacer el análisis de semivarianza
fueran los valores originales del pH (pH) y de la altura de la planta (A), los
datos transformados a logaritmo de la CE (logCE) y
del peso de la planta (logP), y los residuales de la
tendencia del diámetro de la flor (restendD).
Cuadro 2. Resultados del análisis de
tendencia espacial de pH y conductividad eléctrica
(logCE) del suelo, del peso (logP)
y altura de la planta (A), y del diámetro de la flor (D) de crisantemo bajo
invernadero en
el Oriente Antioqueño (Colombia). |
||
Modelo |
Valor p modelo |
R2 (%) |
pH = 6,07346 - 0,0155157*y |
0,0177 |
4,84 |
logCE = -0,241575 - 0,00621182*x + 0,0703038*y -
0,01132*y2 |
0,0163 |
7,6 |
logP = 1,80501- 0,0117515*y |
0,0018 |
8,98 |
A = 97,3702 + 0,140275*x + 7,52814*y
- 0,0677025*x*y - 0,680476*y2 |
0,0060 |
10,79 |
D = 17,7697 - 0,0625717*x - 0,619033*y
+ 0,0174253*x*y |
0,0000 |
22,79 |
|
|
|
El análisis de semivarianza
arrojó los resultados que se muestran en el Cuadro 3 y la Figura 2. Se
analizaron varios semivariogramas utilizando
diferentes combinaciones de alcance y lag y se
encontró que los semivariogramas más estables se
presentaron cuando se utilizó un alcance de 6,4 m y un lag
de 0,80 m. Con estas condiciones el número mínimo de pares comparados para
establecer la semivarianza fue de 76 en el primer lag, cantidad suficiente para que la estimación de aquella
sea confiable, según las recomendaciones de varios autores como Hamlett et al. (1986), McBratney
y Webster (1986), Ovalles
(1992), Dhillon et al. (1994) y Webster y Oliver (2007).
Cuadro 3. Estructura de la dependencia espacial
del pH y la conductividad eléctrica (logCE)
del suelo, del peso (logP) y altura (A) de las
plantas, y del diámetro de las flores (restendD) de
crisantemo bajo invernadero en el Oriente Antioqueño (Colombia). |
||||||
Variable |
Modelo |
Nugget |
Sill |
Rango (m) |
C/Sill (%)* |
R2 (%) |
pH |
Exponencial |
0,0006 |
0,0285 |
0,96 |
97,9 |
64,6 |
logCE |
Esférico |
0,0039 |
0,0493 |
0,95 |
92,1 |
34,8 |
logP |
Esférico |
1E-5 |
0,0089 |
0,81 |
99,9 |
16,2 |
A |
Esférico |
7,6 |
67,03 |
2,00 |
88,7 |
60,4 |
restendD |
Esférico |
2210 |
21430 |
0,70 |
89,7 |
10,1 |
*
Porcentaje de la variabilidad total (Sill) que
corresponde a variabilidad estructurada (C = Sill -
Nugget). |
El
análisis de semivarianza muestra que todas las
variables presentaron dependencia espacial y que ésta fue alta, según los
criterios de Cambardella et al., (1994), ya
que tienen un valor de C/Sill mayor al 75% y un valor
de nugget bajo. Además, dicha dependencia espacial
fue de rango muy corto: 1,084 m en promedio, aunque cuatro de las cinco
propiedades tuvieron rango menor a 1 m. Estos resultados ratifican lo que
encontró Jaramillo (2010) al estudiar la variabilidad espacial de las variables
relacionadas con la calidad de la producción en el mismo cultivo, mediante un
diseño experimental anidado cuyos factores fueron distancias entre muestras. En
dicho trabajo el autor encontró que más del 50 % de la varianza se acumuló a
distancias de muestreo menores a 0,80 m, concluyendo que o tenían un alto
componente aleatorio en la variabilidad total de las mismas o tenían una alta
dependencia espacial de rango muy corto. Con este trabajo se confirmó la segunda
opción.
En los
semivariogramas experimentales de la Figura 2 se
aprecia una forma general casi cíclica: hay una estructura espacial que muestra
una acumulación de semivarianza al aumentar la
distancia hasta alrededor de los 2 m, que luego desciende hasta cerca de los
4,25 m para volver a iniciar otro ciclo de acumulación. Webster
y Oliver (2007) y Krasilnikov (2008) comprobaron que
este comportamiento es ocasionado por la presencia de alguna tendencia
cuadrática en los datos que, según Diggle y Ribeiro
(2007), no necesariamente es espacial sino que puede estar controlada por algún
atributo del suelo o externo a él. En la fotografía insertada en la Figura 2
puede verse claramente que, por lo menos en la altura de las plantas hay dicha
tendencia.
Con
las variables que presentaron correlación significativa se hicieron semivariogramas cruzados con el fin de estudiar su
variabilidad conjunta (Cuadro 4 y Figura 3), los cuales se estimaron con la
ecuación presentada por Goovaerts (1998) y por Webster y Oliver (2007):
Donde:
z, y son las dos
variables continuas.
h: Distancia entre
puntos de muestreo (lag).
N:
Número de pares comparados para establecer la semivarianza
(γ) en un determinado lag.
z(uα), z(uα+h), y(uα)
o y(uα+h): Valor de la variable z o y en la posición (uα)
o (uα+h).
Cuadro 4. Parámetros de los semivariogramas cruzados entre pH - altura de la planta
(pH x A), pH - diámetro de la flor (pH
x restendD), peso de la planta - diámetro de la
flor (logP x restendD) y
peso de la planta - altura de la planta (logP x A). |
||||||
Variables |
Modelo |
Nugget |
Sill |
Rango (m) |
C/Sill (%)* |
R2 (%) |
pH x A |
Esférico |
-0,001 |
-0,493 |
2,44 |
99,8 |
75,0 |
pH x restendD |
Nugget |
-0,566 |
-0,566 |
- |
0,0 |
- |
logP x restendD |
Nugget |
4,859 |
4,859 |
- |
0,0 |
- |
logP x A |
Esférico |
0,0436 |
0,3022 |
1,66 |
85,6 |
21,2 |
*
Porcentaje de la variabilidad total (Sill) que
corresponde a variabilidad estructurada (C). |
Los semivariogramas
cruzados de pH x restendD y log P x restendD fueron de nugget puro lo
que implica que a pesar de que cada una de las variables por separado tiene
dependencia espacial y están correlacionadas, cuando se analizan conjuntamente
no presentan correlación espacial. Este comportamiento confirma que la
correlación significativa entre el pH y el peso de la planta, con el diámetro de
la flor, tiene un componente de tendencia espacial ya que al ser retirado este
componente y trabajar con los residuales de la tendencia, la correlación
espacial entre ellas desaparece. En todos los variogramas
experimentales de las Figuras 2 y 3 se aprecia un cambio en la estructura
espacial ubicado alrededor de los 3 m de distancia, siendo más notorio en el semivariograma simple de A (Figura 2) y en los cruzados
(log P x restendD) y (log P x A) de la Figura 3, lo
que sugiere la presencia de dos estructuras espaciales actuando a diferente
escala, las cuales podrían estar controladas por las actividades de manejo del
cultivo, muy manuales y por tanto difíciles de hacer en forma homogénea, sobre
todo teniendo en cuenta el sistema de siembra del cultivo en camas que puede
generar diferencias al interior de las mismas por el efecto de borde. Llama la
atención que no se presente modelo de dependencia espacial en los semivariogramas cruzados que involucran el diámetro de la
flor puesto que el variograma simple de este atributo
sí lo presentó.
En
todas las propiedades evaluadas en los suelos y cultivo estudiados se presentó
una alta dependencia espacial de rango muy corto. Tanto en los variogramas experimentales simples, como en los cruzados de
las variables que tuvieron correlación significativa, se detectó la presencia
de dos estructuras espaciales separadas aproximadamente 3 m que sugieren
dependencia espacial en dos escalas diferentes.
El
comportamiento observado en los semivariogramas
experimentales se ha interpretado como indicativo de que los sistemas de
preparación del terreno para establecer el cultivo y del manejo que se hace de
los mismos, donde muchas de las prácticas son manuales, pueden generar una alta
heterogeneidad en las propiedades del suelo que se relacionan con las variables
evaluadas, las que se pueden distribuir de manera casi anidada por efecto del
diseño de la siembra y del tamaño de las unidades de producción que pueden
generar efectos importantes de borde.
Es
recomendable ampliar el presente estudio haciendo un muestreo más intenso y con
una cobertura más completa del área para tratar de establecer las condiciones
que están favoreciendo los comportamientos observados en el mismo.
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TABLA DE CONTENIDO DE LA REVISTA CIENTÍFICA UDO
AGRÍCOLA